Suscríbete a
ABC Cultural

Balada triste del cine iraní

La detención de Panahi y las acusaciones a Farhadi se suman a la represión de un país que condena a sus grandes directores a un arte perseguido en su propia tierra

El mundo y el cine escondidos en el sabor de una cereza, por Oti Rodríguez Marchante

Fotograma de 'Un héroe', la última película de Asghar Farhadi
Lucía M. Cabanelas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hablar sin abrir la boca, mover la cámara con las manos atadas, contar una realidad distorsionada por la propaganda... sin contarla. Parecen proezas dignas de circo, pero también la única manera que tienen los cineastas iraníes de dirigir películas sobre su país sin acabar en ... la cárcel, tarea cada vez más ardua dentro de las fronteras asiáticas. Casi desde que el mundo es mundo pero más concretamente desde la Revolución Islámica de 1979, la represión de Teherá n se ceba con sus artistas, despojados de toda libertad de expresión; censurados por cualquier tipo de producción que muestre una visión diferente a la oficial y, por tanto, crítica con el país chiíta. Resuena una balada triste que silencia su cine en casa, al mismo tiempo que su prestigio crece fuera.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia