Meg Ryan: «El cine es un negocio dominado por el mercado en el que triunfan los más jóvenes»

Estamos en la suite de un céntrico hotel de Barcelona, la actriz estadounidense, invitada estrella del BCN Film Festival, luce un discreto tatuaje en el brazo derecho en el que se lee 'Life is Short' (la vida es corta), y lo del momento de cambio es literal a más no poder. Porque, después de borrarse del mapa tras rodar 'Serious Moonlight' en 2009 y pasarse casi una década en barbecho, alejada de rodajes y estrenos, Meg Ryan está de vuelta. O, mejor dicho, ha vuelto a volver: en 2015 ya se estrenó como directora con el drama 'Ithaca', pero ha sido ahora, a los 62 años, cuando se ha reencontrado con la comedia romántica gracias a 'Lo que sucede después', película en la que, tres por uno, actúa, dirige y coescribe el guion. «Ahora que he hecho las tres cosas puedo decir que es mucho más fácil ser actriz. Escribir es muy solitario y al mismo tiempo divertido porque nadie te dice que no», explica.

Como directora, el gran reto de Ryan era conseguir que 'Lo que sucede después' llegase a buen puerto con sólo dos actores en escena –ella y David Duchovny– y un presupuesto de apenas 3 millones de dólares, 18 menos que el que tuvo 'Algo para recordar'... ¡en 1993!. «Tuvimos que hacerlo en un tiempo muy limitado y ser muy específicos sobre lo que queríamos decir. ¡Ni siquiera teníamos dinero para extras!», cuenta entre risas al recordar el rodaje. Sobre la mesa, el estigma del edadismo que persigue a Hollywood casi desde que el cine es cine y la dificultad de hacer según qué cosas a partir de cierta edad. «El cine es un negocio dominado por el mercado, y, claro, los que triunfan son los más jóvenes», relativiza.

La película, rodada en 29 días en un aeropuerto de Arkansas, es la historia de dos antiguos amantes que coinciden por casualidad en la terminal durante una tormenta de nieve que ha obligado a cancelar todos los vuelos. Una adaptación de la obra de teatro 'Shooting star', de Steven Dietz, en la que suena 'Learning To Fly' de Tom Petty, el clima es cada vez peor, y se avecina deshielo entre Duchovny (William) y Ryan (Wilhemina). «Se rompieron el corazón, y cada uno siguió un camino diferente precisamente por no tener las cosas claras. Existe una tragedia en todo ello, lo que no es el tema más habitual en una comedia romántica», reflexiona.

La premisa, añade Ryan, «es fantástica: dos personas que tienen problemas pendientes de resolver se quedan atascados una noche y tratan de asumir la situación». Ayudó, y mucho, que 'Lo que sucede después' empezase a cobrar forma durante la pandemia. «Las comedias románticas también hablan de momentos culturales concretos, y esta se me ocurrió cuando todo el mundo estaba aislado. Pensé que la necesidad de reconexión era una oportunidad de la que se podía aprovechar la cultura americana, y eso es lo que hay detrás de la película: trata de dos personas que están dispuestas a reconciliarse, a entenderse, y eso habla del momento que se vive ahora mismo en Estados Unidos, porque es lo que desearía que ocurriera», explica sobre una película que ha querido dedicar a la guionista y directora Norah Ephron, junto a quien trabajó en 'Cuando Harry encontró a Sally', 'Algo para recordar' y 'Tienes un e-mail'. «Tengo tantas cosas que agradecerle... Y no sólo por el trabajo que hicimos juntas, sino como amiga y mentora. Pensé en ella todos los días de la película. Sus trabajos eran realmente inteligentes; hablaban del momento cultural cuando no muchas mujeres lo hacían», asegura.

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Otra mujer importante en su carrera, recuerda, fue Jane Campion,  junto a quien rodó la polémica 'En carne viva'. «La gente fue muy dura conmigo con esa película, pero me cambió la vida como artista», recuerda ahora Ryan sobre un thriller erótico que, dicen, hundió su carrera y escandalizó a la América blanca y conservadora. Nada que, en fin, unos cuantos años y el retorno a las grandes ligas de la comedia romántica no puedan hacer olvidar.