'Jujutsu Kaisen: Ejecución' brilla y confirma el dominio global del anime en la gran pantalla

'Jujutsu Kaisen', creado por el mangaka Gege Akutami, se inscribe en una tradición de shōnen -término utilizado en Japón para referirse principalmente a animes y mangas dirigidos a un público masculino joven (aunque también gustan al público femenino) típicamente adolescentes de 12 a 18 años, caracterizado por centrarse en la acción, aventura y crecimiento personal de un protagonista que se enfrenta a desafíos y busca superar sus límites- oscuro. Akutami, un autor reservado y de estilo austero, ha citado influencias fundamentales para su imaginario: Yoshihiro Togashi ('Hunter x Hunter', 'Yu Yu Hakusho') por su aproximación estratégica a los sistemas de poder y su manera de construir personajes a partir de dilemas éticos; Tite Kubo ('Bleach') por la estilización visual, la moda y la idea de luchas entre organizaciones espirituales; y la sensibilidad inquietante del horror japonés, desde el manga de Junji Ito hasta la imaginería cinematográfica de Hideo Nakata y Kiyoshi Kurosawa. El resultado es un universo donde los monstruos no son simples antagonistas sino proyecciones directas de los miedos colectivos, un eco del terror psicológico que caracteriza al Japón contemporáneo.

Yuji Itadori es un estudiante ordinario que descubre el mundo de las maldiciones cuando ingiere un dedo maldito perteneciente a Ryomen Sukuna, el Rey de las Maldiciones. Al convertirse en su recipiente, Yuji se ve atrapado entre la vida y la muerte, y es reclutado por Satoru Gojo, un poderoso hechicero, para aprender a controlar la energía maldita y usar sus nuevas habilidades para proteger a los demás. Junto a sus compañeros Megumi Fushiguro y Nobara Kugisaki, Yuji enfrenta criaturas surgidas del miedo y la negatividad humana, mientras lucha por comprender su propia responsabilidad y decidir cómo usar el poder que lleva dentro. La serie combina acción, terror y dilemas morales, explorando cómo los jóvenes pueden enfrentarse a un mundo lleno de peligros visibles e invisibles.

'Jujutsu Kaisen: Ejecución' narra los hechos anteriores al inicio de la tercera temporada del anime. En ella se resume el Incidente de Shibuya e incluye los dos primeros episodios del arco 'Culling Game'. En la primera parte, durante la noche de Halloween, una misteriosa barrera atrapa a miles de personas en la ciudad y Satoru Gojo se enfrenta a las maldiciones que aparecen para intentar rescatarlas. Tras ese suceso, Japón queda dividido en distintas «colonias» infestadas de energía maldita como parte del plan de Kenjaku, dando inicio al 'Culling Game'. En medio de este nuevo conflicto, Yuta Okkotsu, protagonista de la película 'Jujutsu Kaisen: 0', recibe la orden de ejecutar a Yuji Itadori, pues durante el Incidente de Shibuya, Sukuna toma el control del cuerpo de Yuji y provoca una destrucción masiva con miles de muertos.

Si bien la película es tremendamente dinámica, el arco de Shibuya no se trata con la extensión que muchos seguidores esperaban; recortando partes bastante importantes de la trama y debilitando el impacto de algunas de las muertes de personajes importantes para la historia. El nuevo contenido se centra en los últimos minutos de la cinta, y que la novedad sea lo que escasea en la propuesta, hace que, inevitablemente, el filme pierda presencia y asiente al espectador en un rol completamente pasivo durante más de la mitad de su duración. Afortunadamente, queda menos de lo que parece para el 8 de enero de 2026: fecha de estreno inicial para su tercera temporada en Crunchyroll.

El largometraje además presenta una animación que se distancia de la que se utilizaba en las temporadas anteriores. A lo largo de la película, los movimientos y la caracterización de los personajes se asemejan más a bocetos que a piezas totalmente definidas, en el mejor de los sentidos: evocan con fuerza el estilo de Akutami en el manga original y aportan una frescura inesperada, especialmente apreciable si se consideran los estándares convencionales del anime. Su valor aumenta aún más al pensar que esta animación «experimental» se ha implementado en una de las franquicias más exitosas del mundo.

Sin embargo, el éxito de 'Jujutsu Kaisen' no ha estado exento de tensiones. Durante la producción de su segunda temporada, el estudio MAPPA se vio envuelto en polémicas debido a las duras condiciones de trabajo de sus animadores. Varios miembros del equipo denunciaron públicamente plazos de entrega extremadamente ajustados que los obligaban a terminar episodios apenas horas antes de su emisión, generando un intenso desgaste físico y emocional. Incluso algunos directores compartieron ilustraciones y mensajes que reflejaban agotamiento y desmotivación, como una metáfora del impacto interno que la presión ejercía sobre el equipo. La situación provocó que se lanzaran peticiones para retrasar episodios y aliviar la carga, mientras que la dirección de MAPPA reconoció que la expansión del estudio había superado su capacidad de organización, poniendo en riesgo tanto la calidad de la producción como la sostenibilidad de los equipos creativos.

Este conflicto pone de relieve un aspecto más amplio: la cultura laboral en Japón, especialmente en industrias creativas como el anime, está marcada por la dedicación extrema, largas jornadas y una presión constante por cumplir con las expectativas, incluso a costa de la salud personal. Conceptos como 'karōshi' -muerte por exceso de trabajo- reflejan los extremos de esta realidad, y aunque en el sector del anime existen normas de horarios y descansos, la práctica del 'crunch' -un periodo de trabajo intensivo y excesivo en el que los empleados deben trabajar muchas horas extra, a menudo sin compensación adicional, para cumplir con una fecha de entrega o un plazo- se mantiene como un estándar no oficial.

Más allá de cifras y récords de taquilla, 'Jujutsu Kaisen: Ejecución' demuestra que el anime se ha convertido en un lenguaje propio capaz de desafiar expectativas y tradiciones. Su nuevo estilo, su acercamiento a la narrativa del manga y la intensidad de sus conflictos internos reflejan un medio que ya no solo entretiene, sino que provoca y cuestiona. Ahora, donde el consumo masivo suele priorizar la inmediatez -fenómeno que vemos reforzado por el auge de la IA generativa-, el anime reafirma que la innovación artística puede convivir con el éxito comercial, y que, detrás de cada imagen vibrante, existe un delicado equilibrio entre pasión creativa y esfuerzo humano.