El «gran hermano» de Joaquin Phoenix
El controvertido actor y Casey Affleck, siempre marcados por la estela filial, han elaborado un documental tan misterioso como realista
INES MARTÍN RODRIGO
A nadie le extrañó ver hace poco más de un año la estrafalaria transformación de Joaquin Phoenix . El actor, nominado al Oscar por su interpretación de Johnny Cash en la película «En la cuerda floja» (¿podría alguien, por favor, revisar la política de ... traducción de los títulos de los filmes?), aparecía con varios (muchos) kilos de más, aspecto desaliñado y cochambroso, y sus modales en público eran tan cuestionables como su decisión de abandonar el mundo de la interpretación para dedicarse por entero (y tan entero) a convertirse en estrella del hip-hop.
Una vez digerida la sorpresa por parte del público en general y de David Letterman en particular, el histrionismo del personaje Phoenix llegó a su máxima expresión al desvelar que se encontraba rodando a las órdenes de su amigo Casey Affleck un documental titulado «I'm still here» . ¿El objetivo? Según lo visto, oído y aparentado, demostrar la vacuidad de la industria hollywoodiense, fábrica de muchos más juguetes rotos que sueños hechos realidad.
Al margen de si el filme, que ambos acaban de presentar en Venecia , atraviesa la delgada línea que separa la ficción de la realidad en el séptimo arte, y dejando de lado curiosos y nominales parecidos con la reciente «I'm not there» (biopic poco habitual y muy recomendable de Bob Dylan), lo cierto es que ambos (en especial Joaquin) han paladeado el gusto, entre amargo y dulce, de las mieles del éxito profesional.
Un éxito y una profesión que, sin poder remediarlo, se han visto marcadas por la presencia de sus hermanos mayores, el tristemente desaparecido River Phoenix , y el «indomable» Ben Affleck . Con estas credenciales familiares no es de extrañar que el documental arranque con una imagen que, esta vez sí, vale más que mil palabras: Joaquin, de niño, saltando al río en Panamá ante la mirada entusiasmada de su padre.
La sonrisa rota
La «normalidad» hollywoodiense está plagada de excesos, los mismos que ¿denuncian?
Es ese entusiasmo la carencia más palpable en la vida de Joaquin, un tipo introvertido, tímido y poco acostumbrado a que los focos de Hollywood se empeñen en arrancarle una sonrisa. La explicación puede hallarse en que su última sonrisa se la llevó River la fatídica noche del 31 de octubre de 1993. Su hermano mayor, el mismo que había anotado una bonita dedicatoria al margen de la desintegrada vida familiar en la que ambos se criaron (sus padres eran hippies, tal y como River llegó a describirlos en una entrevista, pero sobre todo poco dados a la estabilidad emocional), fracasaba en su intento de llevar una vida normal... en Hollywood.
Pero la «normalidad» hollywoodiense está plagada de excesos, los mismos que ahora Joaquin y Casey ¿denuncian? en «I'm still here», aunque haya quien los esquive mejor que otros... o simplemente cuente con una brújula familiar. Es el ejemplo de los hermanos Affleck, quienes, al contrario de lo sucedido con los Phoenix, crecieron en un entorno idílico o, cuando menos, estable.
Jóvenes y miembros de una generación a la que se empeñan en definir con las letras finales del alfabeto, los cuatro bien podrían haber protagonizado «Menos que cero», la novela de Breat Easton Ellis, amarga descripción de la (in)felicidad que siempre acarrea el éxito. Los tristes créditos finales de la vida de River Phoenix ya los conocemos, por lo que ahora sólo nos queda permanecer atentos a las pantallas de la realidad de Casey, Ben y Joaquin.
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