En el huracán del rodaje de 'Mikaela', la tormenta perfecta de Daniel Calparsoro y Antonio Resines

Como si alguien hubiera dado a la moviola, las parejas que navegan en las barcas bajo el sol regresan a la posición inicial, la chica que va en bici busca la «X» marcada en el suelo al lado del monumento a Alfonso XII y los que parecían charlar vuelven a hacer los mismos gestos callados que antes. Lo que parecía un día normal en El Retiro es un rodaje perfectamente coreografiado, una de esas escenas que apenas duran un par de minutos en pantalla pero que se tardan –y somos testigos– varias horas en rodar. En realidad, todo parece tan natural, tan castizo, que la presencia de Antonio Resines no llama la atención hasta que en la pantalla que el director tiene en el set le hacen un primer plano.

«La película cuenta la historia Leo, interpretado maravillosamente por Antonio Resines, que es un hombre que se enfrenta a un dilema con su familia y con su trabajo. Las cosas no le van bien...», cuenta Calparsoro, que atiende a ABC en lo que los extras vuelven a su punto de partida y la maquilladora termina de quitar unos brillos de la frente a Resines, que interpreta a un policía de vuelta de todo. «Va el día de Reyes a casa a dar un regalo a su hija y se mete en un atasco infernal por una tormenta tipo 'Filomena', y de repente unos tíos atracan un furgón. Y el único policía en el atasco es él. Se monta una impresionante», cuenta Antonio Resines bajo una cazadora que parece haber arrancado del mismísimo Colombo.

Porque el sol de hoy poco tiene que ver con los días más duros del rodaje, en mitad de la sierra en aquellas madrugadas invernales donde se congelaban las pestañas. Resines, pura guasa él, las recuerda con poco cariño. Porque después de varias semanas rodando de noche entre cañones de nieve y heladas reales el ánimo no se le termina de agrietar. «Ahora que he visto algo de eso ya montado estoy más contento», recordaba en esas últimas horas de rodaje Resines. «No sabía que podía hacer esas cosas, como de Bruce Willis», recuerda. «La historia estaba pensada para un tío más joven pero lo leí y dije que sí, me dejó asombrado», celebra Resines cuando recuerda aquella primera lectura de guión.

De pronto, un grito. «¡Apartad!». El técnico que maneja el dron necesita aterrizarlo y hay un par de personas del numeroso equipo aquí presente que se ha aproximado demasiado a la zona de maniobra. Aquí no falta de nada. La acera de la Avenida Menéndez Pelayo está ocupada por docenas de camiones y técnicos. Cada minuto, más de medio centenar de personas se mueven como en una coreografía contraria a la de los actores. Cuando se grita «acción», todos los técnicos quedan como congelados, parados, y después de cada «corten» saltan a la carrera para volver a poner todo en su sitio.

Entre tanto, llama la atención ver trabajar a Daniel Calparsoro, cineasta cuyas películas son pura adrenalina, pura acción. «El movimiento es suave, ¡suave!», le dice a una de las técnicos. Al rato, ríe con Resines. En otro momento, charla con uno de los productores y parece hasta que se ríe. Solo una vez salió a la carrera hacia uno de los jefes del equipo para recordarle un detalle que necesitaba de la cámara. Incluso cuando una toma parece estropearse por un giro demasiado brusco del dron no pierde la calma. «Me centro en encontrar el tono más adecuado para dirigir bien a los actores, que es lo más difícil», dice Calparsoro, restándose importancia. «Somos los dos muy burros, pero él es más que yo todavía –apunta Resines– pero lo tiene todo tan claro que da gusto. Rueda con una maestría asombrosa», remata el actor sobre su colega director. Ambos supervivientes de este huracán llamado 'Mikaela' que se estrenará en cines el 31 de enero.