Festival de San Sebastián
'Un fantasma en la batalla', otra ruta para llegar a la misma cima que 'La infiltrada'
Agustín Díaz Yanes tiene los santos talentos de contar esa misma historia y que misteriosamente sea una película distinta
El viaje de Alatriste desde Pérez-Reverte a Díaz Yanes
El director y guionista Agustín Díaz Yanes y los actores Andrés Gertrudix, Ariadna Gil, Raúl Arévalo, Iraia Elias y Susana Abaitua posan este miércoles durante la presentación de la película 'Un fantasma en la batalla', que compite en la sección oficial del 73 Festival Internacional de Cine de San Sebastián
Aún está fresco en la memoria de los espectadores el impacto de esa historia tremenda que contaba Arantxa Echevarría en 'La infiltrada' y que tenía a una impresionante Carolina Yuste de protagonista. Pues Agustín Díaz Yanes tiene los santos talentos de contar esa ... misma historia en 'Un fantasma en la batalla' y que misteriosamente sea una película distinta, nueva, con los acentos en otras sílabas e igual de impactante, tremenda, demoledora… Un ejercicio provechoso para cualquier Escuela de Cine, el proyectar ambas juntas y analizar por qué dos argumentos gemelos pueden concretarse en dos películas únicas e incomparables. Comparamos.
Parecía imposible que alguien que no fuera Carolina Yuste se metiera en ese papel rugoso de una joven Guardia Civil que se adentra y se mimetiza durante una década en los estercoleros de ETA para desmantelar a la banda terrorista. Pues bien, Susana Abaitúa consigue fijar al personaje, darle su propio aliento y expresar casi tanto como expresaba Carolina Yuste en él. Aunque la película de Díaz Yanes no busca con el mismo ahínco subrayar la sensación de soledad, de abandono, incluso de imán demoníaco con los que 'La infiltrada' inundaba al personaje. Lo que sí busca Díaz Yanes en 'Un fantasma en la batalla' es un tapiz en el que la ficción se vea bañada con la realidad de los hechos, incluso con las imágenes reales de esos hechos.
Materiales de archivo, desde el atentado de Carrero Blanco, los asesinatos de Gregorio Ordóñez y de Miguel Ángel Blanco, los funerales y protestas masivas, la liberación de su eterno secuestro de José Antonio Ortega Lara, las espeluznantes imágenes de aquel hombre perdido, hundido, desenterrado… Son momentos claves del horror etarra que salpican de 'lo cierto' una entretenida, tensa, arriesgada y ficcionada operación policial que duró años y que te mantiene en vilo, otra vez, ante la pantalla. Y es un acierto el colocar como contraplano de la historia de intriga policial y acoso al terrorismo las 'perlas' sangrientas e inhumanas que adornan el historial de ETA.
Pero hay muchos aciertos en el guion y puesta en escena de Agustín Díaz Yanes, aunque quizá el más impensable y sorprendente sea la función que las canciones italianas tienen en la trama, que a la vez de bonitas y pegadizas le dan un subidón de intriga, de angustia y de peligro al desarrollo del argumento. También, y en cierto modo un acierto, quitarle el espejo cóncavo que tenía el etarra demente y sanguinario que interpretaba Diego Anido (probablemente real y, sin duda, la personificación del horror en la película de Arantxa Echevarría), y que ahora interpreta, igual de sanguinario, pero más comedido, es decir, no un loco sino una basura, Raúl Arévalo. Y no incide en aquel asunto de competencias entre la Policía y la Guardia Civil.
La relación de la joven infiltrada con su contacto en la Guardia Civil, sus citas y chivatazos, la trata esta película con menos intensidad gracias a los recursos musicales y unas elipsis cómodas para seguir las espinas de la trama. Andrés Gertrudix tiene menos carga dramática que tenía Luis Tosar y, de algún modo, agiliza y centra la conexión profesional entre ellos. Igualmente están bien dibujadas, con las estrías justas, las relaciones de Susana Abaitúa con su contacto etarra, que interpreta Iraia Elías con contrapesos en su desequilibrio, o con los jefes de Eta en Francia, donde aparece con cara de haber fallado un penalti Ariadna Gil.
Los pilares de ETA
Total, que es una maravilla volver a ver esta historia que derrumbó los pilares de ETA, que recuerda algunas de sus grandes carnicerías y que señala la pericia, la total entrega y el enorme riesgo con el que afrontaron esa batalla llena de 'fantasmas' las Fuerzas de Seguridad del Estado.
'Un fantasma en la batalla' era la película del día en el Festival, aunque no participa en la competición, cosa que sí hizo la película china titulada en inglés 'Her Hearts beats in its cage', algo así como Su corazón late en su jaula. Poquita cosa que cuenta la historia de una mujer que asesinó a su marido, que tenía la mano larga, que se pasa diez años en una cárcel y que vuelve para recobrar la vida con su hijo, al que apenas conoce y que tiene, como es natural, la cabeza hecha un lio. El director es Qin Xiaoyu, en su primer largometraje, y solo se puede decir una gran cualidad de su película, y es que dura menos de noventa minutos, algo que ya lo convierte en nuestro amigo. Hay otro punto a favor de 'Su corazón late en su jaula', y es que, al parecer, los actores de la película son también los personajes reales que vivieron esa historia. Pero…