Festival de San Sebastián
Una surtida herboristería de sentimientos en 'Flores para Antonio'
Esta jornada, el cine argentino ha presentados en el Festival sus dos caras a competición, 'Belén' y 'Las corrientes'
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Fuera de la competición, el Festival ofrecía 'Flores para Antonio', un documental de Elena Molina e Isaki Lacuesta, al que, como ha ganado ya dos Conchas de Oro, no han puesto este año a tiro del jurado no fuera a ser que les diera ... por otorgarle la tercera Concha. Quien evita la ocasión, evita el peligro. Y dentro de la competencia había dos películas argentinas, 'Belén' y 'Las corrientes', ambas con su importancia y su interés y que reúnen las dos caras opuestas de esa cinematografía.
'Belén' es la segunda película que dirige la actriz Dolores Fonzi, que cuenta una historia basada en hechos reales ocurridos en 2014, es decir en el ocaso del kirchnerismo en su modalidad 'Cristina'. Es una película política y feminista que relata el suceso de una joven que ingresa de urgencias en un hospital con un fuerte dolor de abdomen y sale de allí esposada y para ingresar en prisión por homicidio y haberse provocado un aborto. Dolores Fonzi interpreta a la abogada que se toma su caso en serio tras un juicio penoso del que sale condenada.
Es una película que tiene todos los resortes del cine político argentino, muy de asamblea, manifestación, pancarta y represión, y en el que, ocurran cuando ocurran los hechos, siempre da la impresión de que está el general Videla en el poder. Los dos personajes principales tienen fuerza y razón, la abogada y la acusada y rea (Camila Plaate), aunque el guion, la puesta en escena y probablemente la realidad las rodean de los clichés habituales, desde una abogada 'pija', a un juez repeinado, un marido solidario y un equipo de mujeres laboriosas y comprometidas con la libertad y el curso de la Historia. No es una película que busque sutilezas y hallazgos narrativos, pero tiene el nervio adecuado para llevar la historia con intriga y hacerla comprensible y útil para su causa.
'Las corrientes', de Milagros Mumenthaler, es justo la contraportada de la anterior, y no tanto por el sentido o valor de lo que cuenta como por el modo más escurridizo de hacerlo. La protagonista absoluta (Isabel Aimé González Sola) es una mujer joven, atractiva, de éxito profesional y con una vida familiar y laboral aparentemente envidiable, que en las primeras secuencias recibe un premio en Suiza, se tira a un río y vuelve a su Buenos Aires a su vida normal. Todo esto, sin la menor palabra por su parte, lo cual, en el cine argentino es algo sorprendente, pues se cuenta todo y mucho y entre diálogos (o monólogos) brillantes, jocosos y rápidos que le hacen cosquillas al oído del espectador. Aquí, ni una palabra.
El personaje se llama Lina y recobra su vida pero no su 'normalidad', y el relato avanza entre amagos de que algo gordo va a ocurrir o algo que en cualquier momento nos va a decir al respecto de esa mujer visiblemente deprimida, o enrarecida, o con algún trauma que se explicará entre diálogos (monólogos) brillantes y rápidos. El espectador y el marido (Esteban Bibliardi) notan esos algos y están a la espera de las revelaciones, pero Milagros Mumenthaler prefiere darlas de otro modo, digamos, menos argentino (aunque, en un momento, sale un psicoanalista, pero poco) y lanza señales, vértigos, obsesiones o magnetismos para entender a la ininteligible Lina, un personaje muy próximo a pesar de todo gracias al enorme atractivo de su protagonista. A aquellos que disfrutan con las historias abiertas y llenas de recovecos y sigilos, 'Las corrientes' es un libro abierto y con letra diminuta.
Un nudo en la garganta
Y volvemos al principio con 'Flores para Antonio', un documental volcado en el recuerdo y la admiración de su hija Alba, una especie de elegía, confesiones y taponazo emocional a la figura de su padre, Antonio Flores; y con la húmeda compañía de Lolita y Rosario Flores, que hojean con amor el álbum familiar y varean su memoria para dejar una de esas películas que te llevas clavadas en el corcho. Lo que hace esencialmente 'Flores para Antonio' es emocionar mucho, pero mucho, y de paso conocer mejor el universo de los Flores, la potencia y el baluarte de Lola, la sensibilidad artística de todos y el incomparable talento musical de Antonio, también sus claroscuros y sus zonas descaradamente negras.
Hay muchos testimonios, muchísimo material de archivo, de conciertos, de vida familiar, tanto alegre como trágica, y hay grandísimo sentimiento en el camino que traza Alba Flores dentro del documental. Un trabajo cinematográfico excelente, pero más todavía un feliz y alegre nudo en la garganta.