Crítica de 'Cuánto me queda': Comedia sobre cositas que ocurren antes de morirse

El fondo de la historia es trágico: un hombre va a morir y, junto a su esposa, se lo va a comunicar a su mejor amigo y a su cuñada, que son pareja, o expareja. Pero la forma y la intención son de comedia, para lo cual, su directora, Carolina Bassecourt, tiene el acierto de encomendarle el trabajo de interpretación a los actores adecuados: Salva Reina, un cómico natural que no necesita un gran texto para ser eficaz y que le hace cosquillas a cualquier frase, por roma que sea; Kira Miró, cuyo atractivo y elegancia se los inocula a cualquier personaje, y Antonio Pagudo y Eva Ugarte, puras salpicaduras de gracia en esta historia cuyo recorrido es fácilmente medible.

Contiene cierta imaginación el argumento (mediante un análisis científico, pero poco, se puede saber la fecha aproximada de la muerte de alguien), y también cierto espíritu vitalista y en cierto modo romántico (la obsesión del hombre que va a morir por tachar deseos de su lista y por 'arreglarle' la vida a la mujer que se queda), y a ello le añade algunas gotas de picardía, infidelidad y viva la vida. En fin, agradable, aunque con escasa exploración en un sentido del humor más profundo, cuajado, ingenioso. Afortunadamente, los actores le ponen su gran don natural a lo que en ocasiones parece artificial.