Crítica de 'El monje y el rifle' (***): El nacimiento de la democracia en un país feliz
La mezcla de sencillez, ingenuidad y sátira que utiliza Pawo Choyning para contar su historia la convierte en una comedia muy franca y agradable
Todas las críticas de cine de ABC Play aquí
Bután es un pequeño país aprisionado entre China, India y el serrucho del Himalaya; se tienen muy pocas noticias de Bután, y menos aún cinematográficas: hace un par de años se estrenó 'Lunana, un yak en la escuela', de Pawo Choyning Dorji, que fue ... nominada al Oscar de mejor película extranjera, y ahora, de este mismo director, se estrena 'El monje y el rifle'. Una película con horma de fábula, que narra los cambios del país a principios de este siglo y que amasa esa idea (o tópico) de que Bután es el lugar más feliz del mundo, lo cual está avalado porque el principal indicador de su desarrollo no es el índice económico sino el índice de Felicidad Nacional Bruta.
Crítica de 'Un paseo por el Borne' (**): El cine como desencanto, o el encanto del cine
La película está protagonizada por actores de la talla de Rodolfo Sancho, Ruth Gabriel o Natalia Verbeke entre otros
La mezcla de sencillez, ingenuidad y sátira que utiliza Pawo Choyning para contar su historia la convierte en una comedia muy franca y agradable, llena de personajes pintorescos y moralmente saludables. Ocurre durante el año 2006, cuando el reino de Bután quiere dar un paso hacia la democracia y su rey, Jigme Singye Wangchuck, abdica de sus poderes absolutos y anima a celebrar unas elecciones parlamentarias, algo que descoloca por completo a su afable e inocente población, en su mayoría rural y que justo entraba en el mundo de la televisión e internet (prohibidos hasta 1999).
La composición de las tramas y conflictos es delicada y perfecta: un monje budista necesita encontrar dos rifles para su viejo y respetado lama anacoreta; un americano coleccionista de armas también busca un rifle que es una pieza única; el gobierno prepara un simulacro de elecciones en un pueblo donde son recibidas como un fastidio; la naturaleza de los vecinos y las burocracias del censo tienden al dibujo surrealista…, en fin, podría tener algún lejano contacto con Berlanga, aunque sin la guasa maliciosa ni la perdigonada de escarnio de la obra del director español.
Las buenas intenciones, la gracia y el carácter blanco de los personajes, el respeto y el vistazo a algunas de las bondades genuinas de la democracia hacen que esta película sea muy recomendable para cualquier ciudadano, pero también altamente peligrosa para que la vean los políticos, no vayan a aprender algo útil para los demás.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete