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ABC Cultural

Crítica de 'La leyenda del Escanyapobres' (**): Carne de wéstern sin esqueleto

Es más bien un drama social en un entorno agreste y aldeano en el que unos cuantos personajes se debaten entre la codicia, la mezquindad y la vida miserable

Fotograma de la película
Oti Rodríguez Marchante

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Hay unas cuantas circunstancias que pueden estimular la idea de que se trata de un wéstern, como la llegada del tren a un pueblo minero o el carácter tosco de sus habitantes, que se reúnen en el bar ('saloon') a pasar el tiempo, jugar ... a las cartas o armar alguna trifulca. Pero es más bien un drama social en un entorno agreste y aldeano en el que unos cuantos personajes se debaten entre la codicia, la mezquindad y la vida miserable. Los protagonistas son una joven campesina y un prestamista que tiene cogidos y atemorizados a los aldeanos; no parece haber leyes claras ni nadie que las defienda, y no se entienden bien los motivos por los que la gente acepta esos abusos e imposiciones del llamado Escanyapobres (estrangulapobres), al que no se le subraya poder alguno, ni de la fuerza ni de la ley.

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