Crítica de 'O corno' (**): La maternidad como punto de fuga y conflicto

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Noela Vázquez

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Ese personaje fuerte, sensible, huidizo y solidario que interpreta Janet Novás es una mujer de la que se retiene más información que la que se ofrece en unos cuantos apuntes y algunas sugerencias. La maternidad es el eje que atraviesa la historia, tanto si se produce como si se evita (la otra escena doliente y desgarrada tiene que ver con un aborto forzado y en condiciones precarias), y la directora cuelga sobre este eje lo que es una aventura, o desventura, un viaje con más desarrollo e intriga en lo psicológico que en lo físico, que se resuelve con voluntad poética, política, con un buen trato de lo visual y climático, pero con el termostato pasional a medio gas: abre la puerta de entrada a los conflictos íntimos de la comadrona, esencialmente por el buen trabajo de Janet Novás, lo cual no oculta por completo el desequilibrio, la descompensación entre la aventura exterior y la interior.

Transmite el sufrimiento, el dolor, las frustraciones femeninas y el cosido social, aunque no transmite con la misma fuerza, o con la misma pericia, ni el desarrollo ni la maduración de los riesgos y acontecimientos a los que se dirige. Se ve, se sufre, se entiende, pero pierde intensidad, capacidad de implicación, en varios tramos del relato, aunque busca y encuentra un desenlace en cierto modo cómodo.