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ABC Cultural

Crítica de 'Concrete utopía' (***): El mundo se rompe, el mundo se encola

Es una película siempre hacia arriba, entretenida, preocupante y que, sin darse demasiada importancia, juguetea con la almendra del ser humano y la civilización

Crítica de 'Los tres mosqueteros: Milady' (**): Lo que da de sí y más Alejandro Dumas

'Concrete utopía' Climax Studios
Oti Rodríguez Marchante

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Un director coreano prácticamente desconocido, Um Tae-hwa, que construye con esta película, la segunda que hace, una fantástica fábula, en todos los sentidos fantástica, sobre cómo se destruye el mundo, cómo se vuelve a levantar y por qué se vuelve a demoler. La historia está basada en un cómic, lo que le permite al guion la fabulación en estado puro: un descomunal terremoto destruye la ciudad de Seúl y solo queda en pie un enorme edificio que será el mundo de la fábula; fuera de él, sólo hay caos, muerte y gente que morirá por falta de recursos, hambre y enfermedades.

Es un espectacular arranque de película, impresionante en lo visual y perfecto para las intenciones del director. A partir de ahí, la acción se remite a presentar a los personajes y darle cuerpo a los conflictos que surgen entre los supervivientes y su idea de organizar el mundo con lo que hay y cómo se gestiona. Siempre surge un líder, unos acólitos, unos beneficiarios y la leal y desleal oposición… Y también surgen los 'problemas sociales', si compartir, si aceptar a los de fuera, si crear una fuerte defensa alrededor de los bienes escasos y combatir incluso con crueldad para presevarlos; y lógicamente surgen también los abusos, las corrupciones y las pérdidas de identidad, ética y escrúpulos en favor de los cabecillas que tienden a caudillos.

Un panorama 'de película', de ciencia ficción, pero tan pegado a cualquier realidad actual (y pasada) que sorprende la lucidez con la que Um Tae-hwa organiza una metáfora brillante en lo teórico y magnífica en lo cinematográfico, y que implica además diversos tonos de negrura difíciles de conjugar bien, desde la ironía a la sátira y desde lo apocalíptico hasta lo alentador. Se ayuda para narrar de aspectos del thriller, de la comedia, de la intriga y de lo exageradamente violento. Es una película siempre hacia arriba, entretenida, preocupante y que, sin darse demasiada importancia, juguetea con la almendra del ser humano y la civilización. Sobre las implicaciones ideológicas que puede rezumar, allá cada cual con su adherencia y su líder, que los hay, como saben, a patadas.

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