'Amanece' (***): Asombrosa rima de mujeres y paisaje

Las perfectas localizaciones en una zona salinera de Almería, las mezclas de agua, desierto, salitre, tierra despoblada buscan su constante rima con la desolación interior de esos personajes, cada uno de los cuales protagoniza, o da nombre, a los tres tramos de la historia: Alba, Candela y Aurora. Son realmente hermosos los momentos en los que la cámara recoge con total precisión los sentimientos de esas mujeres, tan cercanas y tan lejanas, en el lugar, la distancia y la circunstancia idónea a su exterior, como el plano de reencuentro entre la madre y una de sus hijas, un movimiento sutil hasta dejarlas frente a frente pero con sus cabezas ya fuera de campo, o imágenes casi oníricas, como el árbol frondoso y solitario en la playa vacía, o los caminares entre la nada, o los cactus, o los riscos… Habla más de ellas el paisaje que el propio argumento.

Está fragmentada la historia en tres tramos de la intimidad de cada una, el fracaso amoroso, la inseguridad vital, la espera de la muerte, y si es interesante como trazo de cada una de esas vidas, no lo es tanto en su conjunto, al fin y al cabo, una historia resabida, o resabiada, la huida del pueblo, la vuelta al pueblo, los viejos pesares, rencores, sentimientos quebrados…, en fin, que lo realmente esencial no es lo que cuenta sino el modo de contarlo, y la excelente presencia y actuación de Aura Garrido, Iria del Río y la impresionante Isabel Ampudia.