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ABC Cultural

Crítica de 'Fue la mano de Dios': Cruce de camino, Maradona, Nápoles, la memoria y Sorrentino

Es una película sencilla y clara en su esquema e intención, sin ese otro poso de oscuridad, ambigüedad, profundidad y autoría (barroquismo) de anteriores obras suyas

Oti Rodríguez Marchante

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Paolo Sorrentino nació en Nápoles en 1970, es decir que tenía trece o catorce años cuando llegó Maradona y su alboroto al equipo de fútbol de la ciudad, y tenía diecisiete cuando murieron sus padres por una fuga de gas. He ahí el ... dilema, si fue la mano del futbolista o fue la mano de Dios. El director que mejor ha captado, junto a Fellini, la lumbre de la Roma eterna (En ‘La gran belleza’, uno, y en ‘La dolce vita’, otro), le debía un homenaje a su ciudad y su memoria, la bella Nápoles y su entorno familiar, tal y como también hizo con Rímini Federico Fellini en ‘Amarcord’. Y eso es, y más entrañable, ‘Fue la mano de Dios’ .

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