Suscríbete a
ABC Cultural

Crítica de 'Madres verdaderas': Lo bien que Naomi Kawase envuelve lo turbio en sosiego

Puede considerarse una película 'blanda', pero es un cálculo erróneo que confunde lo de dentro con lo de fuera

Imagen de 'Madres verdaderas'
Oti Rodríguez Marchante

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El cine de Naomi Kawase es líquido y se amolda y fluye en la pantalla con delicadeza y gusto exquisito: es más fácil encontrar un villano en el santoral que en una película de Kawase . La hermosura de la naturaleza y la bondad de los sentimientos es lo que nutre argumentalmente sus películas, como 'Aguas tranquilas', 'El bosque de luto' o 'Una pastelería de Tokio'. Y en esta última, ataviada con un traje de melodrama de cuerpo entero, se vive en su interior con una comodidad conmovedora, apasionada y apasionante.

La historia recrea uno de los asuntos esenciales del universo Kawase, la maternidad y sus diferentes pesos emocionales y frustraciones mediante un relato cruzado y tramado alrededor de tres personajes clave: un niño, su madre adoptiva y su madre biológica. La estructura del relato es acertada y primorosa: conocemos al niño y a sus padres (y los residuos de inseguridad por un circunstancial problema en la guardería), nos muestra después el tiempo anterior, cuando esa pareja descubre sus dificultades para tener hijos, y posteriormente nos lleva a un espacio paralelo, el de una colegiala y su primer ingenuo y descontrolado amor por un chico de su edad y colegio…

Si algo no tiene Naomi Kawase es acelerador, prisa, y se toma todo el tiempo de su película en ir colocando cada sentimiento en su lugar y orden natural; y tal vez, al espectador le inquieten la calma y la duración que necesita el narrador para que no se le escape ni una brizna de ese orden sentimental en personajes tan complejos, tan cargados de emoción interior y expresados con sutileza oriental, sin saltos, cabriolas y llantos tan propios del género. De hecho, esta directora le encarga visualmente al entorno, la naturaleza, los cambios de estación, el trasluz o la atmósfera, que sean ellos los que, en cierto modo, sugieran el interior y el estado de ánimo de esos personajes.

Aparentemente, o para un ojo apresurado, 'Madres verdaderas' puede considerarse una película 'blanda', pero es un cálculo erróneo que confunde lo de dentro con lo de fuera: una historia dura, turbia y estremecedora envuelta en gasa, seda y sosiego. De las películas de Kawase siempre se sale mejor de lo que se entra.

Crítica de 'Madres verdaderas': Lo bien que Naomi Kawase envuelve lo turbio en sosiego

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación