Suscríbete a
ABC Cultural

Crítica de Yo, Tonya: Million Dollar Baby

La película de Craig Gillespie encaja mejor dentro de algo que en la tele americana hace furor, el «true crime», o thriller basado en hechos reales

ANTONIO WEINRICHTER

Llegaba precedida de críticas exultantes de su país de origen pero al tratarse de algo parecido a un biopic de una figura del deporte, dos cosas que no me interesan, no, lo siguiente, la esperaba con desconfianza desde el minuto cero. Error, hubiera sido tonto ... perderse una de las mejores cosas que nos ha mandado Hollywood esta temporada. En realidad, encaja mejor dentro de algo que en la tele americana hace furor, el «true crime», o thriller basado en hechos reales, que aquí podríamos llamar, ya que tenemos tan bonita palabra, crónica de sucesos (Leon Siminiani ha hecho una estupenda aportación en torno al suceso de la niña Asunta). Este suceso fue menos dantesco, alguien del entorno de una patinadora sobre hielo olímpico lesionó la rodilla de una rival en un campeonato, para quitársela de en medio. No parece gran cosa, ¿no? Pero el caso es que Tonya Harding tuvo que abandonar un prometedor futuro olímpico y el suyo fue, a la altura de 1994, un escándalo mediático sólo superado por el de O. J. Simpson, que ha generado no una sino dos joyas en formato miniserie.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia