Critica de 'El sustituto': zumo de nazis y Naranjito

Mientras se mueve por el terreno policial, 'El sustituto' se luce gracias a una narración ágil y a la buena recreación de la época, acotada sobre todo entre el Mundial de Fútbol y el 'cambio' que llegó con la victoria del PSOE en las elecciones. (Ayer mismo se cumplieron 39 años). La cinta brilla en todos los apartados técnicos, con profesionales de primera. Óscar Aibar , cineasta original que lo mismo busca platillos volantes que nazis y que ya había dirigido a Ricardo Gómez en decenas de capítulos de 'Cuéntame', reúne un reparto brillante y nada obvio. Sobresalen todas sus mujeres y Pere Ponce , convertido casi en una versión casera de los veteranos personajes que tan bien pinta John Le Carré .

Vicky Luengo y Susi Sánchez no necesitan más que un peinado y su talento para ser la misma persona, nada menos que los ojos de la historia. Ojalá se hubieran implicado aún más el resto de los sentidos, porque todo lo que salen es poco.

Menos redondo es el guion que firman Óscar Aibar y María Luisa Calderón . A medida que se internacionaliza y se adentra en las oscuridades del pasado, la narración se desorienta un poco, el ritmo se trastabilla y las grandes revelaciones se vuelven más ambiciosas que eficaces. Por suerte, no hay demasiadas escenas de acción, al menos las del cuerpo a cuerpo. Chirrían menos las carreras sobre ruedas.

Lo ideal sería no saber nada de la parte nazi de la historia, que también pillara por sorpresa al espectador, pero el cartel y el tráiler son los primeros en descubrir el pastel. Los actores alemanes, falsos o verdaderos, dan el pego, pero los villanos españoles de 'El sustituto' son grotescos y esquemáticos . Si hay alguno más interesante, tiene escaso recorrido. Todo ello hace que a medida que nos acercamos a la resolución de la historia, empiece a importar menos el lugar exacto de aterrizaje.