El sueño de Gabrielle (**): Locura de amoríos
El argumento se guarda algunas cartas para no ser solo un juego melodramático con triángulo, y que se desvelarán en un desenlace entre paranoico, de intriga amarga o de balada de José Luis Perales
Relato centrado en una mujer cuyo corazón vive en una constante jornada de puertas abiertas al «amor fou» , contado por la directora Nicole Garcia con esos aires de telenovelón de época y sobre el rostro lleno de encanto de Marion Cotillard.
El argumento se guarda algunas cartas para no ser solo un juego melodramático con triángulo , y que se desvelarán en un desenlace entre paranoico, de intriga amarga o de balada de José Luis Perales.
Frente a ella, los lados del triángulo son un marido honrado, españolazo y exiliado de guerra que interpreta (muy bien) Álex Brendemühl, y un soldado herido que encarna lleno de mohínes Louis Garrell. Tal vez el mayor problema consista en lo poco y mal que justifica la película los comportamientos de su protagonista (esa ansiedad romántica) y, tanto en sus desprecios al marido como en sus aprecios a los amantes (el tramo con el viscosito profesor de música da ganas de estornudar) la convierten en una mujer plasta, necia, petulante y desquiciada, con lo que se desdibuja la línea que debería atar emocionalmente al espectador con la historia.
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