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ABC Cultural

Crítica de Sin rodeos: Maribel desencadenada

Nadie pone en duda el sentido del humor de Santiago Segura, tan evidente en sus incesantes apariciones televisivas como delante y detrás de las cámaras de cine

Santiago Segura y Maribel Verdú

ANTONIO WEINRICHTER

Nadie pone en duda el s entido del humor de Santiago Segura, tan evidente en sus incesantes apariciones televisivas como delante y detrás de las cámaras de cine. Lo que podía esperarse menos es el dominio con el que se maneja en un terreno tan ... distinto como el de una comedia digamos fina, de línea clara, como es esta; y donde además el protagonismo es claramente femenino. Parece casi planificado: Segura estrena una película sobre una mujer que reclama su espacio y su dignidad en plena temporada de protestas femeninas en la calle y en ceremonias varias. Pero no seamos malpensados, ni le confundamos con su casposo personaje de «Torrente»: el cineasta confiesa que el origen de «Sin rodeos» es otra comedia de un compinche suyo chileno, Nicolás López, que le gustó hasta el extremo de montar esta adaptación.

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