Crítica de Searching: A través del espejo
El esperado filme de Aneesh Chaganty llega este viernes a las salas

Esta película representa el último caso de éxito ejemplar del cine independiente norteamericano: proyectada en el festival de Sundance , y ni siquiera a concurso, fue comprada allí mismo por la multinacional Sony (se merece la cita), que ahora la estrena en nuestras pantallas.
Y de eso trata precisamente, pues la segunda cosa notable de la película es que todo lo que vemos siempre es una pantalla de ordenador : la historia entera está contada solo con «capturas» de pantalla. No es un recurso tan limitado como parece: hay archivos visuales públicos y privados, mails y wassaps, conversaciones en skype y hasta telediarios, pues la vieja televisión (esa pantalla obsoleta) también se puede ver por internet…
Se siente cierto vértigo al ver cómo nuestra vida entera queda registrada en ese espejo que el poeta llamó oscuro pero que aquí rezuma una insidiosa transparencia: somos translúcidos, nada escapa a ese ojo ciego que nos mira desde el ordenador. La escena inicial es tan emotiva como aterradora: la vida y muerte de una persona y su familia desfila ante nuestros ojos en unos pocos minutos.
Habría que darle la vuelta a la vieja pregunta de Chris Marker, ¿cómo hacía la gente para recordar cuando no había imágenes? Ahora el problema es el contrario, el exceso de imagen. Claro que eso de que todo conste también tiene su lado bueno: es lo que permite al protagonista seguir la pista de su hija desaparecida . Esa es, en fin, la tercera cosa buena de la película; no se queda en la pura novedad sino que despliega una impecable intriga que nos hace olvidar pronto que la pantalla de cine -y su lenguaje- se ha visto suplantada por esta otra pantalla multifunción.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete