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ABC Cultural

Crítica de «Nación cautiva»: Marcianos pese a todo

Hay una invasión alienígena que tiene cautivo al planeta, y en concreto, a Chicago; hay duras restricciones, severa disciplina «norcoreana», grupúsculos de resistencia…

John Goodman protagoniza la película
Antonio Weinrichter

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Esta es una de esas películas cuyo estreno quedó congelado por la pandemia; no creo que vaya a inducir a muchos a animarse a volver a las salas: todo en ella parece… descongelado al microondas. Hay una invasión alienígena que tiene cautivo al planeta, y ... en concreto, a Chicago; hay duras restricciones, severa disciplina «norcoreana», grupúsculos de resistencia… El director y guionista Rupert Wyatt dice que hace ciencia ficción con una lectura social y cita al gran Dick (Philip) y eximias películas de resistentes de Melville y Pontecorvo. Pero se queda muy lejos de sus presuntos modelos: quizá ahora con lo del Black Lives Matter y los confinamientos de la pandemia pudiera reivindicar ese tipo de lecturas que no recuerdo que la película (rodada antes) me suscitara en absoluto. El poder represivo de los invasores no tiene fácil traducción, dado que no pasan de ser feas presencias letales: estos se quedan en marcianos pese a todo. La coartada política, que invoca el propio autor, podría olvidarse si la acción o los personajes fueran memorables, pero tampoco hay suerte en ese apartado.

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