Suscríbete a
ABC Cultural

Crítica de Miau: El último hurra

«Nadie está obligado a cumplir una cuota de modernidad, pero sí a tener algo que decir, y aquí nada se nos dice»

Miau, durante el rodaje
Antonio Weinrichter

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Si algún detalle notable tiene esta película, aunque esté camuflado tan al fondo que casi no se encuentra, es que no sale ninguno de los personajes-tipo del c ine español contemporáneo de consenso más o menos progre o políticamente correcto . Dos planos aluden ... a la condición lesbiana de la mujer del cuarteto protagonista pero ahí acaba todo. No salen tribus urbanas ni identidades inclusivas; de hecho, es imposible reconocer en qué mundo habitan estos personajes. Financiada por muchas entidades aragonesas, la película explota monumentos y paisajes de Zaragoza y alrededores, incluida una especie de Chinatown que ríete tú de Usera; pero uno nunca sabe desde dónde se nos habla, a tal punto derrapa a la hora de construir lo que los franceses llaman un verosimil.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia