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ABC Cultural

Crítica de 'Historias para no contar': Siempre hay un charco para pisar

Relatan unas situaciones que, con una apariencia sencilla, cotidiana, se enredan hasta ese punto en el que hablar de ellas se hace incómodo, incluso absurdo

Imagen de 'Historias para no contar'
Oti Rodríguez Marchante

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Son historias, cinco concretamente, y desde luego para no contar, pues relatan unas situaciones que, con una apariencia sencilla, cotidiana, se enredan hasta ese punto en el que hablar de ellas se hace incómodo, incluso absurdo. El guion de Cesc Gay está cosido ... con hilo fino y consistente, y con muchas ganas de que los equívocos, los ridículos, tengan un cierto componente de comedia sin renunciar, por ello, a la acidez y al amargor. Un vecino simpático con perro, la llegada de un amigo que atraviesa un mal momento emocional, unas actrices en la antesala de un ‘casting’, un profesor maduro con una joven exalumna, un hombre que le preocupa una foto de su mujer en París…, en fin, cosas de a diario que adquieren una dimensión especial, inesperada, en el relato.

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