Crítica de 'Devotion. Una historia de héroes': Pilotos de guerra en la estela de ‘Top Gun’
Puede encontrársele algo de gracia distinta, un guiño para amantes del cine, a los momentos de la parada en Cannes y a la presencia, juguetona, de una Liz Taylor interpretada por Serinda Swan
La estética, los personajes y el desarrollo bélico y dramático parecen un contraplano de ‘Top Gun’ , incluso uno de sus protagonistas, Glen Powell , que también aparece en la película de Joseph Kosinski, se diría que se ha traído de ella el estilo y las gafas de sol de Tom Cruise . Pero esta que firma J.D. Dillard tiene dos características propias: es algo así como un homenaje a Jesse Brown, el primer piloto de raza negra de la Armada de Estados Unidos, y la acción transcurre durante la Guerra de Corea.
El argumento se desdobla entre la preparación de esos pilotos de un escuadrón especial y la situación personal y racial de Jesse Brown (interpretado por Jonathan Majors ), su relación con los compañeros, en especial con el impecable y razonable Hunter que interpreta Glen Powell, y con su sufrida familia. Y ambos hilos narrativos están tratados de modo apropiado, lo bélico espectacularmente y con secuencias entretenidas y vistosas, y lo dramático con mucho tiento y procurando que no se escurra (mucho) hacia lo ‘meló’.
Como honroso ‘biopic’ del personaje, incluso del grupo de pilotos, el desarrollo secuencial se organiza de tal modo que apreciamos su calidad humana, compañerismo y sacrificios, lo cual aplana un poco cualquier expectativa de sorpresa: ocurre lo que prevemos que va a ocurrir aunque no se le merme por ello la espectacularidad de aviones y portaviones y la emoción de la trama. Puede encontrársele algo de gracia distinta, un guiño para amantes del cine, a los momentos de la parada en Cannes y a la presencia, juguetona, de una Liz Taylor interpretada por Serinda Swan.
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