Crítica de 'Benediction': Poesía contra la guerra

Un puñado de excelentes intérpretes británicos, que declaman con exagerada perfección, enriquecen esta obra de cuidadísima factura, con una voz en 'off' casi en verso. Todo raya la pedantería, aunque el espectador que logre apreciar la belleza de los textos y la sutileza de cada gesto disfrutará este estreno incompatible con las palomitas. El esfuerzo es plausible, tanto como el intento de entender «el enigma de los otros», pero sus logros son algo más discutibles.

Además de Jack Lowden y Peter Capaldi , que interpretan al protagonista en distintas épocas, de joven y de mayor, destaca sobre todo el siempre brillante Ben Daniels . La puesta en escena, con sus largos planos fijos, parece anticuada, aunque funciona bien la mezcla de imágenes documentales, con esas multitudes tan apelotonadas, una concentración humana que no lograba ni Cecil B. DeMille con sus miles de extras.

Cuando la película abandona las trincheras, la historia se transforma por completo. De la guerra de los hombres pasamos a la guerra entre hombres. En algún momento, parece una obra de Tennessee Williams interpretada por actores nórdicos. Toda la pasión está soterrada, algo que refuerza la hierática cámara y la media sonrisa como muestra de máxima expresión. Todo eso durante más de dos horas que, aunque abarquen muchos años de narración, no se pasan volando. Pero que conste que quien logre remar durante todo ese tiempo se llevará premio: el disfrute intelectual de un autor fiel a sí mismo.