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ABC Cultural

Crítica de 'Armageddon Time': La gatera de la infancia y los pelos que se quedan en ella

La pulcritud de James Gray barre lo que de irónico y sentimental podría tener esta historia de infancia y emociones, es decir, que transcurre sin forzar la risa ni la lágrima

Imagen de 'Armageddon Time'
Oti Rodríguez Marchante

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A James Gray , un director con buen ‘uppercut’ al mentón, se le ha quedado cara de chufa un poco al estilo de Woody Allen con esta historia sutilmente autobiográfica y familiar de un jovencito judío en el barrio neoyorquino de Queens ... a principio de los años ochenta. A ese niño lo interpreta Michael Banks, con un ligero aire a James Gray pero clavado, un sobrino o algo así, a Julianne Moore . El relato se desarrolla en ese terreno entre la comedia que no lo es y el drama que tampoco, y cuenta sus problemas de adaptación a las normas elementales del colegio público, su amistad con un niño de raza negra también inadaptado y golferas como él, su relación erizada con sus padres y su admiración y entendimiento con su abuelo, con quien comparte los mejores y más nutritivos momentos de la película.

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