Las críticas de la cartelera

POR E. RODRÍGUEZ MARCHANTE

La conmoción y el entusiasmo que esta película ha causado en todos los festivales donde se proyectó la convierten ahora en algo fiable y apetecible para el público de sala, a pesar de que todo su envoltorio y argumento digan justo lo contrario... Lee aquí la crítica completa.

POR E. RODRÍGUEZ MARCHANTE

Si la inquietud es un arma, Diego Luna y Gael García Bernal serían probablemente los actores mejor armados del cine mexicano, y desde que le aullaron a la luna en «Y tú mamá, también» han parado lo justo para tomar aliento y seguir... Lee aquí la crítica completa.

POR JOSÉ MANUEL CUÉLLAR

Aclaremos un asunto: si se van a tomar en serio la película lo dejamos. Si van a ir en plan purista con aquello de «si es más allá del blanco y negro es una piltrafa y sólo Bergman es bueno», mejor dejen de leer. Porque esto va a de otra cosa: va de pasada estrafalaria, de un nuevo género creado por estos dos compinches del jolgorio como son Robert Rodríguez y Tarantino: la acción comedia... Lee aquí la crítica completa.

POR E. RODRÍGUEZ MARCHANTE

Se podría separar en esta película con extremada facilidad lo que tiene de didáctico y lo que tiene de íntimo, lo que de encargo y de hallazgo, de documental y de documento... Lee aquí la crítica completa.

POR FEDERICO MARÍN BELLÓN

Zac Efron es un fenónemo de masas y como tal merece un respeto, por lo menos el mismo que Belén Esteban. Aquí da vida a un hijo ejemplar, aunque para ejemplar, su madre (ojalá Kim Basinger saliera más tiempo). El chico es además un marinero con más futuro que los hermanos Pinzones juntos, hasta que su vida entera queda encallada por culpa de una tragedia. El sexto sentido que demuestra para según que cosas no impide del todo su romance con Amanda Crew, guapa y buena actriz, en medio de una historia en la que más vale no profundizar en exceso, entre otras cosas porque al final hay sorpresa. La historia, inspirada en una novela de éxito de Ben Sherwood, es capaz de sembrar sus bazas en un bonito campo de sueños en el que no falta Ray Liotta, en sentido autohomenaje.

POR JAVIER CORTIJO

Uno de los rincones más delirantes del Bollywood clásico es el llamado «cine de serpientes», protagonizado por reptiles mitológicos que incluso llegan a casarse con encandiladas gachises, como en «Naag mere saathi». No nos consta si Deepa Mehta tenía estos ancestros en mente a la hora de dirigir este drama, con folletinesco maltrato machista de por medio, sobre un matrimonio indio concertado en Canadá cuyo resumen rocambolesco podría ser: chica «cobra» y una cobra cobra forma humana. Un excesivo corsé teatralizante que aborta cualquier chispa de choque cultural Oriente-Occidente es el escollo de un filme que no pasaría de discreto si no fuera por el gran trabajo de Preity Zinta, aunque en algunos escorzos luzca como un Falete desnutrido.