Las críticas de las películas de cartelera
«Todas las canciones hablan de mí», «Franklyn», «When you'r e a strange», «La leyenda del Innombrable», «Caracremada»
Para el fan completista o el habituado a fatigar los recovecos de YouTube, la nueva biblioteca de Babel, puede que «When you're Strange» no aporte muchas novedades sobre su tema, la corta vida del grupo de rock californiano The Doors. Pero para ... muchos otros puede servir para evocar una de nuestras primeras pasiones musicales. Lee la crítica completa.
«Franklyn» igual puede ser un «thriller» futurista que un melodrama fantástico, e igual puede recordar, lejanamente, el clima de «Blade Runner» como, también lejanamente, el aromilla de «Watchmen», todo ello dicho, claro está, con muy poca convicción. La ha dirigido, hace ya tres años, Gerald McMorrow y tiene un argumento de esos endiablados, con mundos paralelos, personajes que se desdoblan. Lee aquí la crítica completa.
Fernando Trueba tenía 25 años cuando rodó «Ópera prima». Su hijo Jonás, en una época teóricamente más belle y con dos directores en la familia, ha tardado casi un lustro más, lo que no deja de ser un síntoma peligroso. Hágase constar que el paciente es nuestro cine, no el joven cineasta, cuya película «Todas las canciones hablan de mí» es más madura y menos divertida, mejor terminada y más... digamos... ambiciosa que el debut de su progenitor. Lee aquí la crítica completa.
De las cien maneras que hay de acercarse a la figura del postrero maquis Ramón Vila Capdevila, en «Caracremada» , Lluís Galter ha elegido la más complicada y escurridiza, quizá para vericuetear a la misma velocidad que su hagiografiado. Esto es: médula al hombro, adornos al contenedor y ni media palabra de más ni de menos. Lee aquí la crítica completa.
Cuesta un mundo hacerse con el tono de «La leyenda del Innombrable» , extremadamente naïf, casi pueril, aunque con un vocabulario patibulario y poco recomendable para oídos infantiles. También cuesta hacerse con el hilo del argumento, pues al innombrable, al que los personajes no hacen otra cosa que nombrarlo, más bien lo deberían de haber llamado el invisible, ya que apenas si se le ve, para desgracia del interés de la película: lo encarna Juan Luis Galiardo y en sus dos fugaces apariciones aquello se pone en pie. Lee aquí la crítica completa.
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