«Una de dibus fetén»

Así, «Gru» narra las desventuras de un «maloso» chapucero cruce entre «Igor» (reciente joyita animada estrenada directamente en DVD; rescátenla, merece la pena) y el villano de «Descubriendo a los Robinsons» que planea su golpe más ambicioso para que el banco (feliz analogía) no le corte el grifo crediticio: robar la Luna. Por el camino se encontrará con su «némesis» (estupenda creación la del tal Vector) y tres huerfanitas que le harán demostrar que hasta el más malvado tiene su corazoncito. Con un buen ritmo narrativo, un espléndido diseño y algún hallazgo gozoso (la madre que farfulla «bah» con la voz original de Julie Andrews), el filme «toboganea» sin baches, haciéndonos olvidar sus caídas de tensión, sus morosidades y hasta que los «oompa-loompas» de Gru (los reyezuelos de la función) recuerden en demasía a los marcianitos de «Toy Story», aunque a otros les parecerán clones de Özil con ictericia. Si a todo esto le añadimos la siempre fenomenal labor de doblaje de Florentino Fernández y que el 3D tampoco estorba mucho, tenemos una de las más agradables sorpresas del género de animación del año, y que le da capones con la barbilla a las tibias «Astro Boy» y «Shrek 4». No ha fichado por mal equipo nuestro viejo conocido Sergio Pablos...