La animación en español conquista la isla griega de Siros

«Es una ventana al mundo para mis hijos», explica a ABC María, residente en Hermúpolis y madre de tres criaturas. Entre cinta y cinta, varios niños recogen sus patines del suelo y se retan en una carrera hasta la otra punta de la plaza, mientras sus padres intercambian impresiones del cortometraje colombiano que acaban de ver. Animasyros tiene un compromiso con la infancia de la isla. Durante todo el año, se realizan en Hermúpolis talleres infantiles donde los más pequeños aprenden a crear sus propias películas de animación. Además, los niños y adolescentes, también colaboran con el festival haciendo de guías a los invitados extranjeros que acuden a la isla en cada edición.

Detrás del ayuntamiento, en el Teatro Apolo, un magnífico edificio diseñado en la segunda mitad del siglo XIX por el arquitecto italiano Pietro Sampo inspirándose en los teatros de la Scala de Milán, el San Carlo de Nápoles y el de la Pérgola de Florencia, se proyectan todas las cintas, en versión original subtituladas en inglés y en griego que han sido seleccionadas minuciosamente por los organizadores del festival. Mientras en que el centro cultural acoge las reuniones y mesas redondas del Foro de Animasyros, donde cada año se dan cita grandes profesionales de la animación venidos desde todos los rincones del planeta.

Atenas acapara cerca del 50% de la población total de Grecia. Por ello, la vida cultural, con sus espacios de ocio, sus festivales y sus grandes eventos se concentran principalmente en la capital helena. Hace 17 años, sin embargo, Vasilis Karamichanis, presidente de Animasyros, pensó que los eventos culturales deberían llegar también al resto de la población helena distribuida en las ciudades secundarias o en las islas. Así surgió la idea de crear un festival de animación en la isla de Siros: una pequeña ínsula con menos de 20.000 habitantes permanentes pero con gran actividad cultural durante todos los meses del año en sus museos, sus teatros y sus salas de proyecciones.

Bajo el nombre 'La animación Iberoamericana', y en colaboración con el Instituto Cervantes y la Embajada de España en Atenas, Animasyros ha dedicado este año una sección a la animación de la Península Ibérica e Iberoamérica en la que se proyectaron 5 largos y unos 40 cortometrajes de animación y entre los que destacaron 'Valentina' de Chelo Loureiro, ganadora del Goya a la mejor película de animación en 2022 y 'Mironins', una serie de animación dedicada a la obra de Joan Miró.

Además, como miembros del jurado y en las mesas redondas, participaron los españoles Iván Miñambres, ganador más de 350 premios (incluidos 5 Goyas) en festivales de todo el mundo y creador de la productora UniKo; Carolina López Caballero, directora del Festival Animac Lleida; Mikel Mas Bilbao, director de animación, ganador de un premio Gaudí por 'Mironins', la guionista Celia Rico Clavellino, y el creador Coke Riobóo.

«La animación española y la griega son muy cercanas a nivel de contenido, pero sobre todo porque ambas son altavoz de las protestas sociales», explica a ABC Karamichanis quien cree, además, que la crisis económica de la anterior década ha quedado reflejada en la animación para adultos de ambas naciones. «Es como si en el cine de animación, Grecia y España hablaran el mismo idioma», explica. En cuanto a las diferencias, Karamichanis es de la opinión que la animación española en los últimos años ha conseguido un florecimiento que aún no se ha visto en Grecia, sobre todo gracias a las coproducciones.

«Para nosotros la animación de la Península Ibérica actúa como una especie de brújula, es donde queremos llegar. En los próximos años queremos dar mayor énfasis al cine español porque nos unen muchas cosas y creemos que las coproducciones entre los denominados países PIGS son el futuro de la animación del sur de Europa. No cabe duda de que fruto de coproducciones entre Grecia y España saldrían obras magníficas», añade convencido. Animasyros mantiene, además, excelentes relaciones con las instituciones españolas. Tanto el Instituto Cervantes como la Embajada de España en Atenas o el Animac, llevan años colaborando con este festival y ayudando a la difusión del cine de animación español más allá de las fronteras de nuestro país. «Las relaciones casi de hermandad entre ambas naciones», añade Karamichanis.