Karra Elejalde: «A veces se pasa mal en los rodajes, pero bendito sufrimiento»

Desde los tiempos en que su carrera emprendía un brillante recorrido junto a Juanma Bajo Ulloa en «Alas de mariposa» (1991), llevando por bandera la «Generación X», ha trabajado con Julio Médem , con el Álex de la Iglesia de «Acción mutante», el Almodóvar de «Kika»; desde «Los días contados», de Imanol Uribe , o «La pistola de mi hermano», de Ray Loriga , hasta «Biutiful», de Alejandro González Iñárritu . Contento, feliz y con una incontinencia verbal siempre inteligente, se mostró tal cual es para adentrarnos en lo que sido su vida durante todos esos años. «Era una época de grandes conversaciones entre la gente de la industria. Hubo un momento maravilloso, en el que hice la primera película de Balagueró, la de Calparsoro, la de Loriga, la de Vigalondo… He hecho muchas primeras y algunas se ha convertido en obras de culto, soy muy de nuevos realizadores. A la gente le sorprende. Cuarenta y ocho películas».

Con «Los sin nombre», de Balagueró, conseguía una interesante atmósfera llena de suspense que atrapó al espectador del nuevo cine de terror español. «Fue un descubrimiento. Con Nacho también hice “Los cronocrímenes”, que tuvo mucho éxito. Aunque no seas el “prota” sucede que la gente repara en ti de una manera directa. Con “Carne de gallina”, de Javier Maqua, la gente me ha parado por la calle para decirme: “tío, que bien me lo he pasado”»... Lo interesante de Karra es que no está decidido a quedarse en una sola rama de su profesión y quiere experimentar hasta la dirección, como sucedió con la taquillera «Año mariano» (donde compartía dirección con Fernando Guillén Cuervo ). «Como experiencia está bien. Dirigir son dos años de esclavitud, para que después venga cualquiera piándolas. Me siento más solvente como actor, incluso escribiendo me siento mejor. No me quedó buen sabor de boca, ni quiero repetir. Me gusta interpretar a otras personas. A veces se pasa mal en los rodajes, pero bendito ese sufrimiento».