Álex González, el primer mutante español

Vuelve de esta primera aventura americana admirado por Hollywood: «Hemos trabajado con un presupuesto mucho mayor que en otras producciones, lo cual se ha traducido en más tiempo y medios técnicos para que todo el mundo pudiera desarrollar mejor su trabajo». También admirado por la sensación de que allí «creen mucho en lo que hacen y en su industria. Quizás en España deberíamos desarrollar más ese concepto, porque somos los reyes de reírnos de todo, pero es una pena que no nos tomemos un poco más en serio a veces».

También es prudente. No se atreve a hablar de «salto» a Hollywood, solo de una «puerta abierta». Y eso que ya le han chivado que su personaje («Espero que vuelvan a contar conmigo») sí hablará en la próxima entrega. Pero para empezar no ha estado mal: Marea sigue a Sebastian Shaw, en villano de turno encarnado por Kevin Bacon, en sus peripecias por medio mundo; compensa planos digitales rellenos de tornados y poderes por la gracia del ordenador concedidos solo con su porte. ¿Objetivos? «Buf... Yo hablaría de mínimos y máximos. Mínimo: poder dedicarme a esto en exclusiva, siempre. Máximos... No sé, supongo que llegar a los 70 y estar orgulloso al echar la vista atrás». El primer paso, este viernes. En los cines.