Un corto español, finalista del festival internacional de películas de YouTube

El catalán, asistente de Bigas Luna durante más de 5 años, asegura que «no esperaba para nada estar entre los seleccionados». «Otros cortos tenían más visitas que el nuestro y sospechábamos que estábamos fuera...», revela, pero los votos de los usuarios de YouTube auparon el vídeo a la final . «La culpa» arranca con el homicidio de una joven embarazada, y Victori construye una espiral visual en torno a la venganza planeada por Léo (Carlus Fàbrega), el marido de la víctima.

El filme, estrenado en 2010 en el Festival Internacional de Sitges y con un presupuesto de 60.000 euros, parece un fragmento sacado de los instantes iniciales y finales de un largometraje. «El lenguaje es muy parecido, pero cuando escribí la historia siempre pensé en un corto», señala. «Empieza con una escena cotidiana, reconocible, y tienes que llegar al clímax en muy poco tiempo . Es un reto complejo; en una película tendrías una hora y media para crear esa atmósfera».

Los aspirantes sólo tuvieron una limitación: la duración de la pieza debía rondar los 15 minutos. Todos los géneros (documental, ficción) y formatos (episodios de series online, cortos, animación) estaban permitidos. Una vez en la web, los vídeos debían pasar el «examen» de los internautas. Cinco españoles lograron colarse entre los 50 primeros , pero sólo Victori consiguió el apoyo suficiente para sellar su billete a Venecia.

El corto de Victori está inspirado en una historia real . En 2009, la justicia iraní permitió a una mujer de 30 años hacer uso de la ley del Talión a un hombre que le desfiguró la cara con ácido por rechazarle como pretendiente. Dicha ley es una figura jurídica que permite aplicar un castigo equivalente al crimen cometido.

El director se preguntó entonces que pasaría si la venganza fuese legal. «Me apasionan las historias en las que mi punto de vista es muy difuso, cuando son situaciones complicadas y no tengo una visión muy clara» , explica. «Desde fuera te digo que no, que no soy partidario, pero si me viese envuelto en algo así...». El corto no juzga al marido de la víctima, que busca desesperado al culpable de su muerte. En su lugar, el cineasta se plantea si «la cárcel» de la culpa no es acaso más pequeña que la cárcel de la venganza.

«Todo el mundo tiene una historia, y las historias necesitan contarse. Pero el modo de hacerlo está cambiando» , anunciaba el vídeo-convocatoria del festival . Victori cree que Internet es una ventana de contenidos ante la que muchas grandes distribuidoras «no han sabido reaccionar con rapidez». «El consumo de ficción es más alto que nunca. La gente tiene hambre de historias y ahora existen nuevos canales para acceder a ellas: canales legales», subraya.

El premio del festival no es un cheque en blanco. El importe deberá emplearse para generar contenidos, pero dirigidos a la distribución online. El ganador trabajará junto a la productora de Ridley Scott (Scott Free Productions) y Fassbender. El joven tiene una idea en mente que llevaría a la gran pantalla si fuese el elegido. Un largometraje «muy complejo visualmente» que esbozó hace tiempo en su libreta y que pensó que nunca podría rodar. «No te puedo contar mucho más...», se ríe al otro lado del teléfono.