Vuelve Lady Thatcher

Un destello de estilo característico de los 80 que recupera con un parecido sorprendente la actriz estadounidense Meryl Streep en la película «La Dama de Hierro» , en la que representa a la ex primera ministra. «Thatcher ha hecho de sus pendientes, su collar de perlas y su bolso de Ferragamo su signo de identidad. La Dama de Hierro y sus perlas representan hoy el último vestigio del Imperio británico», asegura Ana Ureña, experta en moda de ABC.

Una estadounidense, y progresista, encarnando a la santa laica de la Gran Bretaña conservadora. Pero da igual. Meryl Streep estaba radiante este lunes, cuando ella y la directora de la película, Phyllida Lloyd, destaparon el primer cartel de «La Dama de Hierro». Ahí está la baronesa Thatcher otra vez, devuelta a su esencia más joven y coqueta, engalanada con collar y pendientes de perlas, preludio de la mimética interpretación que, según los críticos, realiza la veterana actriz. «A los que éramos de izquierdas no nos gustaban sus políticas, pero en secreto estábamos entusiasmados de que una mujer hubiera llegado ahí arriba», explicaba Streep en una entrevista reciente en «The Daily Mail». «Todavía es una figura que divide mucho, pero se echa de menos su claridad», afirmaba.

Y su seguridad. Como cuando, después de pronunciar un belicoso discurso en 1982 en el que proponía declarar la guerra a la Argentina por las Malvinas, se dio media vuelta, una vez terminado, con una tetera en la mano, y dijo: «Bien, ¿puedo ahora ser madre un rato?» . El 30 aniversario, el año que viene, del conflicto por las Falkland/Malvinas agravará los suspiros al recordar la fortaleza política de una mujer que doblegó a adversarios, mineros y enemigos.

Una cita a la que llegará puntualmente esta película, que se estrena el 6 de enero, y que ha generado ya opiniones enfrentadas. «Nunca fue, en mi experiencia, la mujer medio histérica, emocional y exagerada que dibuja Meryl Streep», ha dicho Norman Tebbit, ministro de Thatcher durante ocho años. «Streep ha entendido todo bien», cree, sin embargo, Kevin Maher, especialista de «The Times».