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FESTIVAL DE MÁLAGA

«Miel de naranjas» devuelve al Imanol Uribe más contundente

También se ha presentado hoy en la sección oficial del Festival de Málaga la película «A puerta fría», en la que Savi Puebla arremete contra las empresas que no valoran la experiencia

«Miel de naranjas» devuelve al Imanol Uribe más contundente EFE

j. a.

«A puerta fría», de Savi Puebla y «Miel de naranjas», de Imanol Uribe ha sido dos de las películas a competición en el Festival de Málaga. A ambas producciones les une el drama.

Puebla se se batió el cobre con el experimentado cineasta vasco, que hace gala de la contundencia con la que cuenta las historias, en este caso situada en el año 1950, cuando coleaba la catástrofe de la Guerra Civil y el pueblo sufría las consecuencias. Iban Cárate, Blanca Suárez, Karra Elejarle, Eduard Fernández y Ángela Molina, entre otros actores, componen el estupendo reparto.

Es el propio cineasta quien declaraba a ABC que «desde el principio del proyecto estuvimos de acuerdo con los los actores y la guionista en que se trataran los personajes como seres humanos de una pieza, gente que pertenece a un bando, pero que se pudiera verse como algo generalizado, ni aun lado ni al otro. Hemos intentado que no hubiera fisuras en su comportamiento hasta el punto de convertirse en caricaturas. Había que conferirles una vida, unos sentimientos que fueran de carne y hueso!»

¿Y su comportamiento no molestará? -le pregunto-. «No, porque cada uno asume su responsabilidad. Hay casos en que en el Ejército se dieron un tipo de circunstancias determinadas según la guionista, ya que se trata de sucesos acontecidos . «El protagonista, que ve desde el primer momento que su punto de vista no pertenece ni a un lado ni a otro, dice en determinado momento a su prometida: “Nunca me gustaría ser como tu tío ni lo contrario. Ni de un bando ni de otro, quiero ser libre». Las interpretaciones son magníficas.

Tributo al vendedor

En «A puerta fría» hay personajes reconocibles para cualquiera que haya tenido la suerte de tener trabajo estable y esté al principio del declive, tanto físico como profesional. A Puebla , que ya estuvo hace cinco años años en el certamen, le sentaban bien los aplausos del pase de prensa. «El trabajo se lleva una parte importante de nuestras vidas, aunque en nuestro días la tragedia es no tenerlo. Si mi anterior película transcurría en torno a los altos ejecutivos, en esta ocasión he focalizado en los “soldados rasos”, los comerciales. Es como un tributo al vendedor, al que se deja la piel. En este caso transcurre casi todo dentro de una feria. En la anterior ocasión era la lucha por ambición y aquí por la necesidad al ir perdiendo el trabajo».

Aunque los componentes dan escalofrío, el director tiene una delicadeza de punto de cruz para retratar a estas personas, «sobre gente que no podría vivir porque no saben hacer otra cosa. Vendedores vocacionales, de los de puerta a puerta».

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