Luis Tosar: «Celda 211 transmite la realidad de las cárceles de nuestro país»
El actor gallego Luis Tosar, ganador de dos Goya por Los lunes al sol y Te doy mis ojos ha hablado con los lectores de ABC.es de su nueva película, «Celda 211», que llega a los cines mañana viernes
Para Luis Tosar, « Celda 211 no es una película ni política ni social», simplemente se trata de un film que intenta transmitir en todo momento y de la manera más cercana posible, «la realidad de las cárceles de nuestro país» .
Celda 211 , dirigida por Daniel Monzón y basada en la novela de Francisco Pérez Gandul , es una invitación a la reflexión. Luis Tosar asegura que si tuviera que resaltar un tema central , se inclinaría «por el discurso sobre la condición humana y las consecuencias que determinadas decisiones, aunque sean pequeñas, puedan tener en la vida de un hombre».
El actor gallego interpreta a Malamadre , el preso más temido que cumple condena por asesinato. Un papel en el que ha invertido mucho tiempo pero en el que también reconoce haberse divertido bastante. « Hacer de malo siempre es mucho más divertido que interpretar a un bueno . En este caso, con Malamadre, sí ha habido una cierta conexión con mi imaginario infantil , no porque quisiese dominar el mundo, sino porque a mí, como a muchos niños, me gustaba jugar a piratas y «Celda 211» creo que está más cerca de ese género que del carcelario que tanto se habla».
A base de «trabajo, paciencia y perseverancia», Luis Tosar ha conseguido moldear su voz para interpretar a Malamadre . «El trabajo de la voz empezó unos tres meses antes del rodaje porque había un riesgo grande de que la voz se rompiese y por lo tanto, había que asegurarse de que iba a aguantar todo el rodaje».
Pero Luis Tosar confiesa que su papel de Malamadre se lo debe a un «preso histórico» con el que mantuvo un vis a vis de más de tres horas que le dio «una clase magistral de lo que puede ser un tipo como Malamadre» «Todo el discurso interno del personaje está basado en esa entrevista, no así la construcción externa que está diseñada especialmente para la película, no olvidemos que es una ficción».
Entre la figuración, Tosar comenta que «contábamos con presos en tercer grado, y algunos, como dice Daniel Monzón, antiguos inquilinos de la cárcel en la que rodamos, con lo cual teníamos una fuente de inspiración a pie de obra todos los días» .
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