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«En tierra de sangre y miel»

POR OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE

Angelina Jolie ha entrado en la dirección de cine a bordo de una piel de plátano: su película "En tierra de sangre y miel", que es una vidriosa historia de amor entrecomillado de una mujer bosnia y un oficial serbio durante ... la guerra de los balcanes, le ha cambiado el pedestal a una de las diosas de Hollywood para subirla en un "pim, pam, pum". Le disparan los serbios, que no quieren verse tan, tan malos; le disparan asociaciones de mujeres bosnias, que no quieren verse enamoradas de oficiales serbios; aprovechan para disparar también los que odian lo bueno, bonito y listo, esos que no aguantan a los Clooney, Newman o ahora ella, y disparan los que "saben" de guerras y los que "saben" de cine, con lo que a la estupenda Angelina Jolie sólo le quedará el mero espectador para darle sentido al enorme esfuerzo que habrá hecho para realizar esta película tan a contrapelo. Rodada en serbio, con actores tanto de un bando como de otro, ambientada en Sarajevo pero filmada en Budapest, la película quiere enlazar conceptos como el amor, el estupro, la humillación o la ilusión en medio de la guerra de Bosnia y en uno de sus lugares más despreciables, uno de esos campos abyectos donde se cometieron auténticas atrocidades y violaciones masivas... La idea de Angelina Jolie es que la memoria (el recuerdo de los amantes cuando se conocieron) acolchone su relación y sus sentimientos en la odiosa situación del presente, y que la historia se amolde a las leyes del bélico, del suspense, del melodrama y del romántico. La película tiene empaque (o sea, presupuesto) y una línea clara de guión: sabe con quién está, aunque esa línea clara se le enturbie un tanto por el batiburrillo sentimental de los protagonistas, muy buenos o apropiados, aunque den la impresión a veces de ignorar cuál es el sentido y la profundidad de esos sentimientos que quiere subrayar la directora. No es la gran película sobre la guerra de los balcanes, pero, sorprendentemente dado su origen (todo es de Jolie, incluso el guión), rezuma verdad y constatación de un asunto que obviamente le queda muy lejano, pero que en líneas generales dibuja bien. Y tiene, además, otra virtud: la de no haber sucumbido a la tentación de usarse a sí misma como gancho y darse el mejor papel.

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