Kirsten Dunst: «Lars von Trier me ha vuelto otra actriz»
La actriz protagoniza junto a Charlotte Gainsbourg «Melancolía», la nueva película del director danés
ANGÉLICA MARTÍNEZ
Después de algunos altibajos y vaivenes, tanto en su carrera como en su vida personal, «María Antonieta» (o Mary Jane, la chica de Spiderman, si se prefiere) ha levantado el vuelo. Y lo ha hecho de la mano de un «sospechoso habitual» como Lars ... von Trier (más moderado aquí, aunque no en sus ruedas de prensa), quien le ha proporcionado el primer gran éxito de su carrera: el premio a la mejor actriz en el último Festival de Cannes por su papel de recién casada en crisis que espera el impacto de un planeta sobre la Tierra.
–¿Cómo ha sido la transición de estrella taquillera a musa de Von Trier?
–Nada nuevo, la verdad. Llevo muchos años trabajando y he rodado películas independientes maravillosas como «¡Olvídate de mí!». Eso sí, Lars solo hay uno. Al principio me quedé impresionada al constatar la libertad con la que trabaja y cómo permite a los actores interpretar de forma natural. Nunca había tenido la oportunidad de entregarme de esta manera a un personaje. Cuando ruedas un filme comercial apareces por la mañana, te sitúas en tu escena, la grabas, vuelves y te pones exactamente en el mismo sitio ya que tienes una marca en el suelo de la que no puedes pasar. Con Lars es distinto, la cámara te sigue, te deja improvisar. Jamás me había divertido tanto trabajando.
–¿Tuvo miedo escénico al revisar la psicología extrema de los personajes femeninos del cineasta danés?
–Un poco, la verdad. Pero hablé con Lars antes de empezar el rodaje y me contó que él había sufrido depresión en el pasado, y que algunas escenas del filme son autobiográficas. Después de hablar abiertamente sobre ello no me dio miedo experimentar emocionalmente con situaciones que tal vez en otro caso hubiera preferido evitar. Sinceramente, en este filme no sentí que estuviera actuando. Lars me ha cambiado, me ha vuelto otra actriz.
–¿Hasta qué punto ha influido en su papel el hecho de que usted misma pasó por una depresión hace tres años?
–Personalmente, no sé actuar sin añadir piezas de mi propia vida a la hora de bucear en el interior del personaje, y en este caso sus sentimientos me resultaron muy familiares. Por tanto, haber pasado por situaciones al límite me ayudó a convertir mi trabajo en algo catártico, una auténtica recompensa personal. Recuerdo que Lars me explicó que, cuando alguien se encuentra sumido en una gran depresión, termina saliendo de ella más fuerte porque están en un estado en el que nada realmente importa demasiado. Para interpretar a Justine entendí que debía mostrar esa fuerza.
–¿Incluyendo las escenas eróticas y de desnudo que protagoniza en la cinta?
–Desde luego, ya que eran vitales para la película: necesitábamos mostrar la relación que mi personaje tiene con el planeta Melancolía. Me sentí muy cómoda rodando esas escenas gracias al espléndido equipo que me rodeaba.
–Su anterior filme, «All good things» fue de bajo presupuesto, y en breve estrenará la adaptación de «En el camino» rodada por Walter Salles. ¿Se ha pasado a la acera «indie»?
–Digamos que cada vez soy más fácil, o más dócil, a la hora de adaptarme a los personajes. Me gustan los proyectos personales y off-Hollywood porque ahora entiendo mejor a los cineastas «autores». También me divierto más porque he ganado en confianza. Así que he decidido dar prioridad a proyectos que me inspiren, con artistas a los que respeto y admiro. Quiero motivar al público con mis películas ofreciéndole algo diferente a lo que normalmente ven en pantalla.
–Usted empezó en Hollywood siendo una niña, con «Entrevista con el vampiro», y gracias a la trilogía «Spiderman» se convirtió en una celebridad. ¿Triunfar tan joven le costó caro?
–Verá, a mí no me importa nada de lo que rodea a esta profesión, no presto atención al éxito, a la fama, ni a lo que dicen de mí. Así vivo mucho mejor. Algunas compañeras han caído porque necesitaban atención constante, y me duele por ellas, pero no es mi caso. Incluso no me importa demasiado si no vuelvo a trabajar. Me mudé a Nueva York en busca de mi libertad, y eso es lo único importante hoy por hoy.
–¿Le asusta la idea de envejecer en Hollywood?
–No, aunque sí que tengo miedo a morir porque me encanta mi vida. Me gusta lo que hago y claro que quiero envejecer dentro de esta profesión. Con los años aprecio más las oportunidades que recibo. Cuanto más vivo, más me gusta vivir, pero quiero hacerlo con calidad y sin apresurarme en mis decisiones profesionales.
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