Julien Temple: ««La música ha perdido capacidad para cuestionar las cosas»
El cineasta británico, gurú del documental musical y cronista del punk, es el invitado estrella del In-Edit, donde estrena «London. The Modern Babylon»
david morán
Por sus manos han pasado Joe Strummer, The Kinks, Paul Weller, Dr. Feelgood, la eclosión del punk británico y el auge y caída de los Sex Pistols, razones más que suficientes para que el festival Beefeater In-Edit 2012 despliegue la alfombra roja a su ... paso por Barcelona. Documentalista heterodoxo, espeleólogo del punk y pionero del viodeoclip, Julien Temple (Londres, 1953) abre plano y, además de aterrizar en Barcelona con algunos de sus títulos más emblemáticos, presenta «London. The Modern Babylon», dos horas de collage audiovisual que explican la capital británica desde la era victoriana hasta lo disturbios de 2011.
Sus documentales, explica, buscan proporcionar puntos de agarre en el pasado desde los que entender el futuro. «Es imposible enfrentarse a lo que vendrá sin conocer tu historia reciente, sin bucear en él. Me quedé asombrado cuando hice "The Filth And The Fury" -su histórico documental sobre los Sex Pistols- e hice un pase para gente joven, para conocer sus opiniones, y lo que me decían la mayoría de chicos era: "¿De dónde has sacado a estos actores?"», relata poco antes de confirmar que entre sus proyectos de futuro se encuentra una cinta sobre la estancia de Marvin Gaye en Bélgica y otro sobre la turbulenta relación de los hermanos Davies, Dave y Ray.
—¿Qué es lo que le ha interesado tanto de la música como para colocarle una cámara delante permanentemente?.
—Supongo que tiene que ver con cuando era crío y escuchaba los Stones, The Who o los Small Faces. Como no se me permitía ver la tele o películas, escuchaba la música en secreto, de manera «ilegal», y es algo muy poderoso ver cómo la música te puede hablar directamente. Descubres una nueva manera de ver el mundo a través de la música. Luego llegó el punk, y yo estaba ahí metido con una cámara, y fue como revivir aquello diez años más tarde.
—¿Siente nostalgia por aquella por época?
— No, aunque no estoy demasiado excitado por el mañana. Creo que hay lecciones que aprender de aquella época. He hecho muchas películas sobre esos tiempos y creo que pueden ser herramientas útiles para que alguien las vea ahora y descubra cómo el punk surgió cuando unos muchachos estaban realmente enfadados con lo que pasaba y dieron forma a algo muy creativo. Ahora hay demasiada información, demasiadas elecciones posibles: Internet separa a la gente, mientras que el punk fue un manera de unirla. Eso es algo muy difícil de hacer en estos tiempos, aunque no está de más enseñarlo ahora que la gente está tan enfadada en todo el mundo.
—El hecho de que volvamos una y otra vez a los sesenta y los setenta, ¿no podría ser consecuencia de la dificultad del rock para generar músicos y estrellas como las de entonces?
—En el pasado era posible para la música cuestionar las cosas, pero ahora ha perdido esa capacidad. Ahora se lleva lo manufacturado, «American Idol» y cosas diseñadas para llegar y gustar a todo el mundo.Como las películas de Hollywood. Y cuando lo que se busca es contentar a todo el mundo, es más difícil conectar con la gente a nivel individual.
—No sé si esta podría ser la razón por la que en películas como «Requiem For Detroit» y «London. The Modern Babylon» se escape un poco de la música para abordar temáticas más complejas.
—Quizá, aunque creo que podemos aprender mucho mirando las raíces de nuestra cultura. En Detroit, por ejemplo, era muy espectacular ver el arco del capitalismo. Es una especie de señal de advertencia, ya que lo que ocurrió ahí podría ocurrir en cualquier lugar. Con una ciudad puedes capturar cosas intangibles;hablar de un músico es hacerlo de una historia humana, mientras que la ciudad es más abstracto.
—En «London. The Modern Babylon» coloca el foco en su ciudad
—En realidad fue una especie de petición. Gente que vio la película de Detroit me dijo que estaría bien hacer algo sobre el Londres de antes de los Juegos Olímpicos. Me parecía muy interesante plasmar los cambios que ha experimentado la ciudad en el último siglo, aunque también tenía una parte aterradora ya que... Bueno, si la de Detroit hubiese quedado mal, me hubiese ido sin más, pero, ¿Londres?Es mi ciudad, por lo que pensé que no sería capaz de hacerlo.
—¿Ha abusado el mundo del rock de esos documentales embellecedores descaradamente promocionales?
—Odio los «rockumentales». Para mí es como juntar a cuatro idiotas al lado de una mesa de mezclas hablando del disco que hicieron hace muchos muchos años. Eso no dice nada del alma del disco ni de la persona detrás de la grabación.Es básicamente publicidad para la compañía discográfica. Para mí un documental debería mostrar la humanidad, debilidad y complejidad de un personaje. Todo eso que lleva a la gente a hacer música.
—¿Ha abusado el mundo del rock de esos documentales embellecedores descaradamente promocionales?
—Odio los «rockumentales». Para mí es como juntar a cuatro idiotas al lado de una mesa de mezclas hablando del disco que hicieron hace muchos muchos años. Eso no dice nada del alma del disco ni de la persona detrás de la grabación. Es básicamente publicidad para la compañía discográfica. Para mí un documental debería mostrar la humanidad, debilidad y complejidad de un personaje. Todo eso que lleva a la gente a hacer música.
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