¡Ay, Jesús!
E. RODRÍGUEZ MARCHANTE
El cine ha mirado a la figura de Jesús desde mil pares de gafas, se las pusiera Pasolini, Mel Gibson, Scorsese o Nicholas Ray, y Emilio Ruiz Barrachina nos muestra ahora su par (de gafas) para que veamos otro Jesús, alguien más cercano a la rebeldía que a la divinidad. Desde un punto de vista estrictamente cinematográfico, «El discípulo» muestra cierta voluntad documental en los ambientes y fondos, al tiempo que propone unos claros síntomas de «desvarío» bíblico con la porfía entre los evangelistas que escriben la Historia... La música flamenca, la imagen lírica y el afán de contraluz acentúan aún más los dos terrenos imposibles de la película, que está en la procesión y repicando.
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