Cenizas, enfados y (un poco) de glamour
Cenizas, enfados y (un poco) de glamour
Un volcán islandés que escupe sus cenizas. Un ministro italiano que defiende furioso la moral de «Il Cavaliere». Una directora de cine británica que denuncia misoginia. La 63 Edición del Festival de Cannes , que se celebrará del 12 al 23 de mayo , ... no sólo cubrirá la alfombra roja de prestigio y glamour sino también de suspenso y polémica. Trama de película para uno de los eventos cinematográficos más importantes del mundo.
Faltan apenas unas pocas horas para el comienzo del festival y los organizadores se encuentran pendientes de la nueva erupción del volcán islandés que insiste en arruinarle los planes a media Europa. «Compruebo que todo el mundo quiere venir a Cannes, incluso la nube» de ceniza, comentó con desenfado el alcalde adjunto de la ciudad, David Lisnard a la agencia EFE.
Las fuerzas de la naturaleza ya hicieron de las suyas en el sur de Francia, cuando el pasado martes un vendaval provocó olas de seis metros y se llevó por delante los preparativos en Cannes. El «escupitajo» volcánico obligó a cancelar, este fin de semana, una veintena de vuelos que debían aterrizar o despegar desde Niza, el aeropuerto más cercano a la Croisette. Sin embargo, las autoridades del festival aseguraron no estar preocupadas, ya que las previsiones de la Dirección General de la Aviación Civil son, de momento, alentadoras.
Más leña al fuego
Cenizas aparte, en Cannes no todo son sonrisas. El ministro de Cultura italiano, Sandro Bondi, rechazó ofendido la invitación para acudir al festival, debido a la presencia en la programación del documental «Draquila, L'Italia che trema», de la cineasta y actriz cómica Sabina Guzzanti . El filme, cuyo título nace del juego de las palabras Drácula y L'Aquila, ciudad italiana afectada por el terremoto de 2009 que causó la muerte de más de 300 personas, denuncia que Silvio Berlusconi explotó el seísmo para aumentar su popularidad.
El ministro de Cultura italiano expresó su molestar y desconcierto ante la decisión del festival de incluir el documental, al que calificó de ser «una cinta de propaganda» que «ofende a la verdad y a todo el pueblo italiano», informó Reuters.
Como si le faltara leña al fuego, la directora británica Ruth Torjussen culpó a Cannes de discriminar a las mujeres (a pesar de que el año pasado la presidencia del jurado recayó en la actriz francesa Isabelle Huppert y de que presentaron sus películas las realizadoras Andrea Arnold, Jane Campion e Isabel Coixet). Torjussen denunció que de las 18 películas que compiten por la Palma de Oro ninguna está dirigida por una mujer . «Es un shock mayor que el hecho de que la Academia ignore a las mujeres, porque siempre ha sido así, mientras que en Cannes, con frecuencia, hay nominaciones femeninas» declaró la cineasta al periódico The Times.
Un volcán impertinente, un ministro enfurecido y una directora combativa, algunos de los trapos sucios del Festival de Cannes, de los que seguramente pocos se acordarán cuando desfilen por la mítica alfombra roja francesa el nuevo presidente del jurado, Tim Burton, y las figuras más esperadas del festival: Russel Crowe, Benicio del Toro, Diane Kruger, Eva Longoria y, si hay suerte, los habituales más glamorosos, Brad Pitt y Angelina Jolie.
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