El Festival de Toronto arranca con la fuerza de Bruce Willis y «Looper», su thriller futurista

Toronto nació en 1976, cuando Venecia se había consolidado ya como la gran cita internacional con influencia en la temporada cinematográfica de premios. Durante las últimas décadas, todos los grandes estrenos que aspiraban a emprender la tortuosa carrera de los Oscar pasaban, forzosamente, por la alfombra roja del Lido; y sin embargo, esa jerarquía lleva unos años desgastándose. La buena organización del TIFF y su cercanía geográfica con Estados Unidos han impulsado a Toronto como plataforma para los estrenos internacionales de Hollywood , los comerciales y los llamados «indies». El premio del público que se concede aquí ha señalado el camino a la gloria de, por ejemplo, la laureada 'El discurso del rey' , y por eso, en esta soleada mañana de septiembre, Bruce Willis ha dejado también sus quehaceres y ha presentado «Looper» , la cinta que abre el festival.

El conocidísimo actor de «Jungla de cristal» ha tenido que lidiar en la rueda de prensa oficial con decenas de preguntas sobre los viajes en el tiempo. Le han preguntado qué época visitaría si pudiese hacer uno de esos viajes, qué película volvería a hacer en caso de poder dar marcha atrás... o qué consejo le daría -si pudiera- a la versión más joven de su propio yo: «Intentaría cometer los errores mucho antes, porque así conocería la respuesta a esos errores mucho antes», decía con media sonrisa. Lacónico pero socarrón, Willis ha defendido un thriller futurista firmado por Rian Johnson que nos sitúa en el futuro cercano de 2044 y nos cuenta la historia de los llamados «loopers», matarifes a sueldo que se dedican a asesinar víctimas teletransportadas desde un futuro mucho más futuro.

Lo cierto es que la trama es mucho menos enrevesada de lo que parece, y esto se debe a que el director no quería hacer, esencialmente, un tratado futurista: «Hay películas que se dedican a explicar lo de los viajes en el tiempo, y que lo hacen muy bien. Nuestro modelo fue el primer 'Terminator'», explicaba Rian Johnson. «Los viajes en el tiempo provocan una situación, pero luego nos centramos en los personajes . El fin de la película no es resolver un misterio, sino, espero, ver dónde nos conduce emocionalmente». Willis no se atrevía a comparar este trabajo con nada de lo que ha hecho antes. «Esta es una gran cinta de ciencia-ficción, lo único que puedo comparar es que he estado en otras películas con trasfondo de ciencia-ficción, pero esto no se parece a nada de lo que he hecho», confesaba.

La versión joven de Bruce Willis en la película es Joseph Gordon-Levitt ['Origen', 'El caballero oscuro: La leyenda renace'], sentado a su lado en rueda de prensa. Ha asegurado que está encantado con la combinación de cine comercial e independiente que, a su juicio, consigue «Looper». «Es lo que yo busco cuando voy al cine, no quiero salir de la película y pensar solamente en lo que vamos a cenar». Un periodista ha sacado a colación el uso de la violencia en el cine, semanas después de la matanza de Denver en un pase de la última película de Batman. Y la pregunta tenía sentido, porque «Looper» está cargada de escenas violentas ... que incluso conciernen a niños. «Creo que la violencia es una de las cosas malas que existen en el mundo» -decía Bruce Willis- «y quitar la violencia de la película sería como quitarle cualquiera de sus otras emociones».