La moto de Fassbender, los pinchos de Glenn Close y los melocotones de Frances McDormand

Los festivales de cine acercan las estrellas a la gente, pero este año en San Sebastián todo está siendo especialmente mundano como demuestran las anécdotas más sonadas

La moto de Fassbender, los pinchos de Glenn Close y los melocotones de Frances McDormand EFE

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Los festivales de cine acercan las estrellas a la gente, pero este año en San Sebastián todo está siendo especialmente mundano, con Michael Fassbender llegando en moto a Donostia, Glenn Close cambiando los grandes restaurantes por unos pinchos o Frances ... McDormand comprando melocotones.

Mientras la gran diva del cine francés Catherine Deneuve llega y no llega para presentar el cine de su descubridor, Jacques Demy (ya ha aplazado su cita donostiarra dos veces), parece que los caprichos de estrella este año han sido el único recorte positivo del festival. Michael Fassbender, el actor más deseado del festival especialmente después de mostrar el tamaño de sus encantos en la película «Shame», hizo aparición por fin a altas horas de la madrugada en San Sebastián, después de haber tomado como opción para llegar no el barco o el avión, sino la moto.

Desde Mickey Rourke en «La ley de la calle» y como si fuera el Marlon Brando de «Salvaje», nunca una motocicleta había arrancado tantas hormonas al personal, que espera su llegada aunque su cinta ya ha quemado todas sus proyecciones en el Zinemaldia.

Otra que evitó el avión, que no es plato de su gusto, fue Julie Delpy que llegó con anécdota desde París, donde tomó el tren nocturno a Biarritz para llegar a presentar en San Sebastián su «Le Skyalab». En las primeras horas de la mañana, justificaba entre risas su cara de sueño porque un hombre había entrado en su compartimento por error y la confundió con su novia, llegando a tantear a oscuras la cama en la que la protagonista de «Blanco» dormía plácidamente. Puestos a equivocarse...

Cosas de estrellas

Glenn Close , otra de las grandes estrellas del festival con su Premio Donostia, anuló su reserva en uno de los mejores restaurantes donostiarras porque prefirió irse de pinchos como los donostiarras de pro. Estaba en San Sebastián poco tiempo y prefería mezclarse con sus gentes.

El jurado, en cambio, tiene tiempo para todo. Así, a Frances McDormand se la ha podido ver eligiendo los mejores melocotones en una frutería en las inmediaciones del Kursaal, mientras su compañera de deliberaciones Sophie Okonedo le sujetaba el paraguas, que en algo se tiene que notar que la actriz de «Fargo» es la presidenta del grupo que elegirá la Concha de Oro.

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Y no es que sea algo nuevo en él, pero Julian Schnabel hacía años que no pasaba por el festival y, si bien ya no lleva los pareos que le diseñaba su expareja, ahora prefiere lucir monos de pintor de brocha gorda, calcetines blancos con un dibujo de la Virgen y un smartphone «customizado» con un auricular efecto «vintage». Además, las entrevistas para promocionar su filme «Miral», «porque él lo vale», ya que no está en el programa del festival, las da tirado en el suelo de la terraza del Maria Cristina . Definitivamente, el glamour está por los suelos.

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