El actor y humorista británico Russell Brand, acusado de violación, agresión sexual y abusos emocionales

Brand ha negado estas «graves acusaciones penales» en un vídeo publicado en YouTube y X, antes Twitter, bajo el título «Así que esto es lo que pasa». «Son una letanía de ataques atroces y agresivos», ha alegado.

El actor explica que ha recibido «dos cartas tremendamente perturbadoras... y un correo electrónico», «uno de una televisión generalista y otro de un periódico», pese a lo que refuta «absolutamente» estas acusaciones. «Como ya he dicho profusamente en mis libros fui muy, muy promiscuo», ha apuntado.

«Sin embargo, en esa época de promiscuidad las relaciones que tuve siempre fueron total y absolutamente consentidas. Siempre fui transparente al respecto entonces, casi demasiado transparente», ha añadido.

Una de las mujeres dice que tenía 16 años cuando tuvieron relaciones tras conocerse de compras en el centro de Londres y otra mujer asegura haber sido violada por Brand en su casa de Los Ángeles. Después fue atendida en un centro para mujeres violadas y ese mismo día le mandó un mensaje de texto: «Cuando una chica dice NO, significa no», informa el periódico.

Una tercera mujer afirma que Brand la atacó en su casa de Hollywood tras conocerse en una reunión de Alcohólicos Anónimos y la cuarta sostiene haber sido víctima de ataques físicos y emocionales.

Conocido internacionalmente como el exesposo de la estrella del pop Katy Perry, Brand comenzó su carrera como humorista a principios de la década de los 2000.

Fue el presentador del programa Big Brother's Big Mouth durante tres años a partir de 2004. También interpretó a la estrella de rock Aldous Snow en la película del 2008 'Forgetting Sarah Marshall' y su secuela del 2010 'Get Him To The Greek'.

Una mujer acusó este jueves al actor británico de haberse exhibido sexualmente delante de ella en 2008, un testimonio que se suma a las recientes acusaciones de violación y agresión sexual contra este artista.

La presunta víctima dijo a la BBC que, cuando se produjo el incidente, trabajaba en el mismo edificio en el que se encontraban las oficinas de la cadena británica en Los Ángeles.

La mujer no lo denunció en ese momento, pero la dirección de la BBC estaba al corriente del incidente desde 2019, aunque no tomó ninguna medida.

«Si hubieran actuado entonces, quizás hubiese habido menos mujeres que hubiesen sufrido cosas horribles, como estamos leyendo últimamente en la prensa», declaró a la cadena británica.