La esperanza del oeste se llama Alexander Rybak
Noruega, favorita para ganar Eurovisión con el tema de Alexander Rybak, «Fairytale» / Eurovision.tv
El miércoles cumplió tan sólo 23 años pero todos le temen. Incluso el bloque del este, que ven en su cara inocente y manos virtuosas el riesgo de perder la hegemonía en Eurovisión. Y no es para menos. Alexander Rybak, el representante noruego en esta ... edición del festival, tiene todas las papeletas para ser el ganador hoy en Moscú. Las encuestas le dan como claro favorito y apuntan incluso a una victoria por goleada. Ya tiene antecedentes: de esa manera ganó en la preselección de su país, donde obtuvo 625.000 votos más que su máximo competidor, ganando en los nueve distritos en los que se dividió el país para la votación y con un 72% en el total de votos. Su nombre está presente en todas las charlas eurofans de Moscú y sus detractores confían en que un exceso de aire triunfal pueda perjudicarle a última hora. Pero, ¿quién es este chico al que teme toda Europa?
Rybak nació en la antigua Unión Soviética, en una ciudad llamada Minsk, que hoy es dominio bielorruso. De padres músicos (su madre es una reputada pianista y su padre un genial violinista), la familia entera abandonó el país y se mudaron a Noruega cuando Rybak tenía sólo cuatro años. A partir de su quinto año de edad, Rybak entraría en el mundo de la música y comenzaría a tocar el violín. Su proceso de aprendizaje fue veloz y hoy ya se le considera un virtuoso de este instrumento. Tanto que, pese a su juventud, ya ha tocado al lado de uno de los principales violinistas del mundo, Pinchas Zukerman.
Él compone y escribe “Fairytale”, el tema con el que concursa en Eurovisión. En declaraciones a la web eurovisión-spain.com, Rybak señala que no quiere impresionar sobre el escenario de Mocú, “sólo quiero contar una historia de amor”. Según explica, la canción no fue escrita expresamente para Eurovisión, sino que fue fruto de la casualidad. “El verano pasado estaba recorriendo toda Noruega, yendo de pueblo en pueblo y preguntando si podía tocar para ellos. En mi camino, me tomé un descanso, cogí el violín y empecé a tocar una melodía. No podía recordar qué melodía hasta que me paré y me dije: ¡Es mía! No es de nadie, la acabo de inventar. Así creé una canción folk, y busqué letras que le vinieran bien a la melodía. Asi nació el tema”.
«Escondido» hasta Moscú Desde su selección en el mes de febrero, Rybak no ha realizado giras internacionales para dar a conocer su tema ni se ha dejado ver mucho. Probablemente, la delegación noruega quiere contrarrestar el gran interés que suscita y el favoritismo que desprende por las encuestas con una cierta ausencia para no saturar al espectador eurovisivo y encontrar en él algo fresco y novedoso que le garantice los doce puntos de cada país. Incluso su puesta en escena que presentará en el festival es la misma que la que realizó en la preselección, con sólo unos pequeños cambios para adaptarse mejor al increíble escenario del Olympic Indoor Arena. Sobre él, estará acompañado por la compañía de danza moderna popular Frikar, una de las más conocidas de Noruega.
Antes de poder ganar Eurovisión, el mundo de la música parece ya quedársele pequeño y este año probará suerte como actor en un film titulado “Yohan – Barnevandreren”, del director Grete Salomonsen. Hoy, sin embargo, tendrá ante sí un reto aún mayor: no decepcionar a las encuestas y devolver el triunfo de Eurovisión al oeste.
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