Suscribete a
ABC Premium

MAR DE FONDO

Un descenso a las cloacas

El sanchismo ya se ha asomado a casi toda la gama cromática de la corrupción

Sí nos consta presidente

El Plan Sánchez va (demasiado) bien

Teodoro León Gross

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La fontanera era una enviada de Santos Cerdán y de «el 1». De eso había poca duda hasta ahora, y ya no queda margen para la menor reserva. Ni siquiera era necesario el audio aportado por el fiscal Stampa, donde ella se identifica como su « ... mano derecha». Cualquier otra hipótesis resultaba inverosímil, sobre todo sus credenciales de periodista de investigación sin haber publicado nunca una línea como tal. Pero ahora se certifica el hilo directo con la dirección socialista, donde Cerdán, preso cautelarmente en Soto del Real, actuaba como manejero de la dirección, léase Sánchez y Marisú Montero: «Yo soy una persona que ha puesto el PSOE a ver qué hay en todo esto». Blanco y en botella. Durante las últimas semanas, se ha seguido una estrategia para sembrar la confusión y tratar de diluir esa condición de enviada especial de Ferraz a las cloacas: presentar a Leire Díez como una zumbada con ínfulas, que iba por ahí creyéndose Woodward y Bernstein a la vez, con los redaños de Gerda Taro y la determinación de Günter Wallraff. O sea, un reedición del Pequeño Nicolás pero en versión 'new journalism'. La caricaturización de su figura permitía restar calado al escándalo, como si sólo hubieran sido fantasías de una pirada. Y hasta cierto punto se había logrado el objetivo, porque la percepción generalizada no ha sido la de un escándalo serio de guerra sucia contra los rivales políticos. Pero eso es exactamente lo ocurrido. Y sí es un escándalo mayúsculo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia