Los adorables presos de ETA

Itziar Ituño, va de suyo, tiene todo derecho a estar en la pancarta de la campaña proetarra. Como BMW o Iberia tienen todo el derecho a sacarla de sus campañas por considerar que perjudica a sus marcas. Esto no es un boicot o una cancelación profesional, sino decisiones empresariales lógicas para proteger sus intereses. Pablo Iglesias, que no renuncia a ejercer de ideólogo de la izquierda menos exquisita, ha relacionado la decisión de BMW con el pasado nazi de la familia Quandt. En fin, mucha pirueta parece para BMW Lorauto, una empresa promovida hace unos años por el concesionario de Luis Miguel García, hijo de un chapista granadino... pero Iglesias, como casi toda la izquierda, cumple a rajatabla la Ley de Godwin y no tarda más de diez minutos en relacionar cualquier noticia con Hitler. Es de suponer que con Iberia evocarán su relanzamiento definitivo en 1937 como aerolínea del bando sublevado con sede en Salamanca.

Se preguntaba Feijóo si algún militante socialista pondría la mano en el fuego para negar que acaben indultando a presos etarras. Es una pregunta retórica sin recorrido: cualquier socialista, lejos de temer quemarse, apoyará lo que haga su líder providencial. Pedro Sánchez es el Camino, la Verdad y la Visa. Concretamente la Visa Oro, como el coche oficial y demás prebendas del poder al que se aferran. Ahora no tardarán en proclamar «Todos somos Itziar» por el truño de Ituño, que en los sanfaustos de Basauri proclamó orgullosamente su apoyo al etarra Txus, miembro del comando Vizcaya que asesinó al ertzaina Joseba Goikoetxea cuando llevaba a su hijo al colegio: «Te queremos y queremos verte en casa», le decía la actriz al asesino. Para añadir impúdicamente: «Queremos recordar a los que no están hoy con nosotros». Precisamente, Itziar, precisamente... asesinados por Txus y tantos otros adorables presos de ETA.