EDITORIAL
El Supremo le para los pies al plan antiinmigración de Trump
Que existan contrapesos entre los poderes es una norma básica de cualquier Estado de derecho
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó ayer al Gobierno que suspenda las expulsiones amparadas en la llamada Ley de Enemigos Extranjeros, que emplea la Casa Blanca para encarcelar en El Salvador a migrantes irregulares acusados de pertenencia a organización terrorista. Que existan contrapesos entre los poderes es una norma básica de cualquier Estado de derecho. La decisión del Alto Tribunal adquiere mayor importancia toda vez que la mayoría de los jueces que componen la Corte Suprema estadounidense son conservadores o al menos fueron elegidos durante mandatos republicanos, lo que pone en evidencia lo irregular de la política de deportación en caliente de inmigrantes. Este incidente supone un nuevo ejemplo de precipitación gubernamental en el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, sin atenerse a los estándares de preservación de los derechos y libertades que han de imperar en las democracias.
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