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La Tercera

Butler y las nueces de Hamás

Para quienes estamos familiarizados con el código que en su día sirvió para justificar y legitimar la 'lucha armada' de ETA, no debería caber duda alguna sobre el actual reparto de funciones entre Hamás y el BDS

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En 2006, cuando Judith Butler insistió en la «importancia» de entender a Hamás como un movimiento progresista que formaba parte de la «izquierda global» y que, en consecuencia, debía ser incluido «en la conversación de la izquierda», el único texto que esa organización había ... dedicado a exponer su naturaleza, intenciones y objetivos era la Carta Fundacional de 1988. Y la forma en la que Hamás se autopresentó en ese documento no coincidía, en absoluto, con la imagen que la teórica estadounidense dio de ellos. Los principios hamasíes allí expuestos eran la fidelidad al islam, el proyecto de izar la bandera de Alá en cada centímetro de Palestina, la negativa a cualquier iniciativa de paz y la promoción de la yihad contra el Estado de Israel, cuya «destrucción» era, de hecho, la razón de ser del movimiento, nacido para oponerse a las concesiones que, en sentido contrario (el del reconocimiento de su existencia), había empezado a hacer la Autoridad Palestina. Este nada ambiguo proyecto iba envuelto, por otro lado, en un discurso muy antisemita, plagado de acusaciones contra los judíos, que, directamente adoptadas del ideario nazi, culminaban con una expresa mención a los Protocolos de los Sabios de Sión.

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