Editorial

Una sociedad ejemplar frente a la tragedia

Bomberos, policías, servicios de emergencias y otros profesionales como los taxistas se desempeñaron con gran generosidad en el incendio de Valencia

El ennegrecido esqueleto de hormigón de las dos torres incendiadas en el barrio del Campanar era el resto visible del drama que se desarrolló allí el jueves y que se cobró la vida de una decena de personas y destruyó los hogares de más de ... un centenar de familias. Pero esta imagen no da cuenta del heroísmo y la generosidad de los bomberos que engrosaron las listas de heridos tras exponer sus vidas o de los de esos sencillos ciudadanos que a la hora de la verdad supieron actuar cívicamente, evitando que las llamas se cobraran un precio aún más alto.

Policías, servicios de emergencias y otros profesionales como los taxistas se desempeñaron con gran entrega. La solidaridad de la sociedad se desbordó tras el desastre y ayer las organizaciones sociales recibían un aluvión de ayuda para las familias afectadas que perdieron todo lo material que tenían en el fuego. Una vez más, la sociedad española ha demostrado que, ante las auténticas tragedias, es capaz de actuar de manera ejemplar.

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